Ms. Mavel: Omnigold (1977-1992) Reseña en la web de Universo Marvel:https://www.universomarvel.com/resenas-ms-mavel-omnigold-1977-1992/Carol Danvers fue presentada en la colección del Capitán Marvel, siendo uno de los personajes secundarios del primer tramo de las aventuras del kree de piel rosada. Por tanto, Danvers no es un personaje de nueva factura.
Quién sí se presenta en esta nueva serie que nos ocupa es precisamente su alter ego superheroico, Ms. Marvel, personaje del que no existe ninguna referencia anterior al número 1 de su título.
Lo cierto es que Carol ya hacía tiempo que había desaparecido de la colección de Mar-Vell, así que la sorpresa fue encontrársela de nuevo protagonizando una nueva colección.
Es evidente que Ms. Marvel nace como una versión femenina del Capitán Marvel como así certifican tanto su nombre como su uniforme. Hasta la naturaleza de sus transformaciones a superheroína parece inspirada en la pareja Mar-Vell/Rick Jones, pero sin Zona Negativa de por medio.
Ms. Marvel fue la primera de una serie de colecciones protagonizadas por mujeres que saldrían en los siguientes años, cosa prácticamente inédita hasta entonces en Marvel. Los movimientos a favor de la liberación de la mujer es evidente que serían el impulso para intentar compensar el absoluto dominio de los hombres en el mundo de los superhéroes y, de paso, aprovechar estas colecciones protagonizadas por mujeres para entrar en el debate feminista. Es cierto que la mayoría de estas nuevas superheroínas serían versiones femeninas de primeros espadas de la casa, pero no deja de ser un paso adelante.
Gerry Conway es el creador y primer guionista de Ms. Marvel, mientras que John Buscema dibuja y Joe Sinnott entinta, así que la apuesta de los editores es fuerte.
Conway, como ya nos tenía acostumbrados en esos años (es la tercera reseña consecutiva en la que ocurre), apenas se queda tres números, siendo sustituido por el hombre que guionizará la colección hasta su último número: Chris Claremont. Lo mismo ocurre con Buscema que, tras el tercer número, es sustituido por Jim Mooney, que también tiene la suerte de poder contar con el entintado de Joe Sinnott.
Curiosamente, en este inicio de serie a cargo de Gerry Conway, Ms. Marvel parece más un spin-off de Spiderman que del Capitán Marvel. Carol Danvers pasa de ser jefa de seguridad de la NASA a directora editorial de Woman, una nueva revista publicada por el Bugle. De modo que el personaje secundario estrella pasa a ser el mismísimo J. Jonah Jameson y la primera amiga que hace Carol en su nueva empresa no es otra que Mary Jane Watson. Hasta el propio Peter Parker hace un cameo.
Por si fuera poco, el primer supervillano al que se enfrenta la nueva heroína es el Escorpión, que sigue viviendo obsesionado con vengarse de Jameson.
Todo ello formando un primer arco en el que IMA aflora como amenaza recurrente.
Un nuevo supervillano llamado el Destructor es el primer secuaz/cómplice de la organización criminal. A estas alturas es ya el cuarto personaje de Marvel traducido como el Destructor, tras la máquina asgardiana, el líder de la Brigada de Demolición y el secundario de la serie de los Invasores. Aunque en este nuevo personaje no ha habido necesidad de traducción puesto que el nombre original en inglés es Destructor, tal cual.
El segundo personaje al servicio de IMA es el Hombre del Juicio Final, un destructivo robot ya presentado en la vieja colección de Estela Plateada, del que apenas nadie se acuerda.
Carol Danvers/Ms. Marvel se mueve entre el Daily Bugle y Cabo Cañaveral como principales escenarios, dando como resultado unos primeros tebeos de lectura amena, cuyo principal punto de interés reside en el misterio del origen de los poderes kree de la nueva superheroína. Si a esto le sumamos el sobresaliente apartado gráfico de "big" John, el resultado es razonablemente satisfactorio.
El poder más llamativo que ostenta Ms. Marvel es un séptimo sentido por el cual es capaz de prever el futuro inmediato. ¿Por qué séptimo sentido y no sexto? Pues ni idea. Quizás Conway cuenta como sexto el sentido del radar de Daredevil, obviando el detalle de que en el caso de Ms. Marvel ese sentido no existe. Por sentidos extra no será, si no que se lo pregunten también a Spiderman.
Como decía más arriba, al ser una colección protagonizada por una mujer, y teniendo en cuenta la época reivindicativa, la intencionalidad feminista no se echa en falta. No estamos ante una colección que opte por la línea dura y reiterada a la hora de tratar esta cuestión, sino que las denuncias al respecto quedan integradas de forma natural en el día a día de la protagonista. Una medida inteligente por parte de los autores. Por ejemplo, la escena en la que Carol saca a colación la discriminación de la mujer en puestos directivos, o cuando le recrimina a Frank Gianelli, uno de sus reporteros, que salga a protegerla por tratarse de una mujer.
El simple hecho de tratarse de una mujer que no tiene necesidad de pareja, que dirige un equipo y que es una líder que no se arruga ante las formas autoritarias y misóginas de algunos hombres (el propio Jameson), no deja de ser un gran paso adelante hacia la normalidad que reclama el movimiento feminista.
Tampoco falta el elenco de personajes secundarios propio. Además del reportero Frank Gianelli, cabe mencionar al doctor Michael Barnett, a la periodista Tracy Burke y a su amiga astronauta Salia Petrie.
Claremont y Mooney terminan el mencionado primer arco de Conway y Buscema, y tienen vía libre para iniciar nuevas líneas argumentales.
El guionista pronto lleva a la colección a su terreno. Mary Jane desaparece, Jameson se limita a intervenciones funcionales y la colección se centra en el entorno propio de Ms. Marvel.
Claremont considera las posibilidades que ofrece lo de las premoniciones del séptimo sentido y lo aplica dando forma a una suerte de relatos de misterio. Algo así como episodios de la obra de Stephen King "La Zona Muerta", que en realidad es posterior a la colección que nos ocupa, pero en un entorno superheroico.
En eso consisten la trama donde la Visión aparece como invitado y los dos capítulos en los que Ms. Marvel se enfrenta a Grotesco, villano de infausto recuerdo aparecido en la Patrulla-X.
Buenas historias en base a una idea original, pero la idéntica premisa y su estructura demasiado episódica hacen que su recorrido sea limitado, así que Claremont pronto reinventa el formato. En los siguientes arcos, el guionista da en el clavo al integrar las premoniciones en la propia trama en lugar de usarlas como premisa de la historia.
Unas líneas argumentales, las que siguen, que nos ofrecen los mejores momentos de la colección.
La saga en la que MODOK intenta recuperar el control de IMA es de las mejores del tomo. Una compleja trama, mezcla de thriller de acción y aeronáutica espacial, donde es presentada una nueva y misteriosa villana de atractivo diseño, Ave de Muerte.
La parte gráfica va a cargo de Jim Mooney, Keith Pollard y Sal Buscema, a destacar el número dibujado por este último y la espectacular batalla que se casca.
Del mismo nivel es el siguiente arco, dibujado al completo por el pequeño de los Buscema.
Una línea argumental en la que sorprendentemente Claremont decide rescatar no pocos personajes de la trama del Escarabajo de Rubí, como parte del finiquitado serial de la Momia en Supernatural Thrillers. Concretamente Miles Olddan, Áspid, Céfiro y el grupo de supervillanos llamado los Elementales, que está formado por Mágnum, Fuego Infernal e Hidrón.
Lo más interesante del arco es cómo avanzan en paralelo lo que parecen dos tramas independientes para luego confluir, así como la tensión que saben imprimir los autores. Por un lado, el lanzamiento del transbordador espacial Skylab, por el otro, la mencionada trama para apoderarse del Escarabajo de Rubí.
Por lo demás, está la presentación de Hécate, referenciada indistintamente como la reina bruja o el ángel oscuro, otro personaje con buena estampa. Lo mismo que los mencionados Elementales, que también lucen bien, aunque todo esto ya es más cosa del talento de Sal Buscema.
Lo único que no me convence es eso de meter el final del arco en una escena de recuerdo, porque rompe el clímax de golpe.
Carol Danvers es Ms. Marvel.Tal como ocurría con Thor y Don Blake, la condición de dos personajes compartiendo un mismo cuerpo acaba resultando un nido de situaciones confusas, especialmente en lo que atañe a los pensamientos y recuerdos de una y otra, así que Claremont de decide a simplificar la relación entre ambos alter egos. Y la solución adoptada no es otra que la que se tomó para el caso Thor/Don Blake: Carol Danvers y Ms. Marvel son, y siempre han sido, la misma persona.
De modo que con este cambio podríamos decir que se inicia una nueva etapa.
Una etapa en la que el listón va a bajar ostensiblemente, y no sólo a nivel de guion, sino también en la parte gráfica. Un discreto Jim Mooney, bastante perjudicado por entintadores de segunda fila, alterna sus dibujos con Carmine Infantino.
Primero, Ms. Marvel se enfrenta a un par de personajes robóticos, uno al que se refiere como Chico Dorado y su acompañante, Minador. Dos personajes que quedan en situación de cliffhanger pero de los que no volvemos a saber más en lo que resta de colección.
Y de ahí pasamos a algo más terrenal. Una crisis provocada por un magnate de la construcción sin escrúpulos en la que se ve mezclado el padre de Carol, incluido culebrón familiar un poco metido con calzador.
Y a continuación una trama, en clara posición de fuera de juego, en la que Tiburón-Tigre rapta a Namorita.
Claremont parece haber puesto en marcha el generador automático de guiones y diálogos, en lo que es el peor tramo de toda la serie.
En esta fase de la colección Ms. Marvel tiene sus primeros contactos con los Vengadores. Las primeras de reiteradas colaboraciones con el grupo en el que acabará entrando como miembro oficial.
Una de las entradas en escena del supergrupo la tenemos en un arco marcado por un personaje que hace aquí su primera aparición en el Universo Marvel: Mística. No es un mal arco, pero la parte culminante se acaba resumiendo en una batalla campal del villano de turno, Centurión, contra Ms. Marvel y los Vengadores, y si ahí no hay un equipo gráfico que dé la talla narrativamente, el resultado no pasa de la mediocridad. El misterio sobre Mística acaba siendo lo más interesante.
No deja de ser curioso cómo, pese a que los poderes de Ms. Marvel son de origen kree, no es hasta este punto de la colección que aparece algún elemento de la raza alienígena. Y por partida triple, Ronan, la Inteligencia Suprema y el propio Capitán Marvel.
Es el primer arco en que la colección se acerca al género cósmico, cuando el Supremor secuestra a Ms. Marvel con el fin crear una nueva raza de krees más poderosos. Claremont aplica aquí un tono más filosófico e introspectivo a la historia, pero francamente, el resultado es discreto. Bien es cierto que la parte gráfica no ayuda. La composición de imágenes oníricas e ilusorias debería ser una parte importante de la narración, pero Infantino no da la talla en ningún momento, en este sentido. Por otro lado, pienso que a la Inteligencia Suprema nunca le ha sentado bien el papel de supervillano.
La nueva Ms. Marvel.Ante las bajas ventas de la colección, no cabía otra que reinventarse. ¿Y qué mejor que dar un vuelco a la imagen de la protagonista proporcionándole un nuevo uniforme?
Dave Cockrum, conocido por su destreza en el diseño de personajes, se pasa por la colección para vestir a la protagonista con el que quizás es su traje más icónico. Y poco más, porque tras un arco cede su puesto a Mike Vosburg.
La historia es de lo más naif. Ms. Marvel se encuentra con una comunidad de reptiles inteligentes entre las montañas de Nuevo México. Es el Pueblo Lagarto, una nueva tribu que todavía tendría bastante que decir en el futuro de la editorial. El arco tiene su encanto y Cockrum sabe narrar, pero el guion no es gran cosa y se ve venir de lejos el mensaje antibelicista/ecologista.
Ya con Mike Vosburg a los lápices, Claremont aplica otro cambio que afecta al entorno de Carol Danvers. Jameson despide a Carol mediante una fría nota, con lo que se terminó el Daily Bugle.
Nueva vida y nuevas aventuras. Primero está el regreso de Ave de Muerte, que sigue sin desvelar su origen, y posteriormente, Claremont sigue en su empeño de rescatar viejos villanos del pozo de la indiferencia. El honor es ahora para el Sin Rostro, presentado en el breve serial del Doctor Muerte. Un número, este último, en el que Ms. Marvel cuenta con la ayuda de Vance Astro, de los Guardianes de la Galaxia.
En definitiva, un par de episodios con poca sustancia, que cierran el título mensual de Ms. Marvel en su número 23.
Mike Vosburg, por cierto, es un dibujante mediocre, pero el entintado de Mike Zeck en uno de los números consigue que sus dibujos luzcan bien.
Fue tan fulminante la cancelación de la colección, que quedaron inéditos dos números que Claremont y Vosburg tenían terminados.
Esos dos episodios, que deberían haber sido los números 24 y 25 de la colección, finalmente no se quedaron en el tintero. Unos 13 años más tarde, los dos episodios fueron publicados dentro de la colección genérica Marvel Super-Heroes, pero adecuados a una continuidad unos años posterior al número 23 de Ms. Marvel. Concretamente, su ubicación cronológica se sitúa hacia 1982, en la época en la que Ms. Marvel ya es miembro oficial de los Vengadores.
Dos números que, por supuesto, se incluyen en el presente recopilatorio.
Claremont lleva a Ms. Marvel completamente a su terreno mutante en lo que, curiosamente, son los dos mejores números de esta última etapa.
Ms. Marvel se las ve primero con Dientes de Sable y posteriormente con la Hermandad de Mutantes Diabólicos, con Mística a la cabeza, y con el Club Fuego Infernal.
El trabajo gráfico de Mike Vosburg es desconcertante. En muchas ocasiones sus figuras deformes hacen pensar en un dibujante de pacotilla, pero entre medio quedan unas cuantas páginas en los que demuestra tener su talento para el lápiz y la narrativa gráfica.
El último número, por cierto, está finalizado, en sus últimas páginas, por Simon Furman y Mike Gustovich.
Y bueno, tras el cierre de la colección, quedan unos cuantos cabos sueltos. Los más importantes, los relativos a Ave de Muerte y Mística, y los secretos que guardan ambas sobre su procedencia o sus motivaciones.
Conclusión.Creo que estamos ante un buen tomo, en su conjunto.
La primera mitad creo que es la mejor, en especial lo correspondiente a Claremont, bastante recomendable, mientras que la parte inicial a cargo de Gerry Conway también está bien.
En la segunda mitad se concentra lo peor, aunque no todo es malo.
En el apartado gráfico, los hermanos Buscema ya hacen que merezca la pena la adquisición del volumen, mientras que el resto de artistas se mueven entre lo aceptable y lo flojo.