La maxiserie de doce números y la mayor parte de la serie regular de MK son geniales, con un sentido del humor negro, ácido, que a mí me encantó. Después, la cosa empieza a cambiar hacia la serie negra en la propia MK y ya en el sello MAX está totalmente en ese género. Es un cambio de registro bastante drástico. Pierde un poco de frescura, puede ser, pero no pierde en calidad, porque las historias son bastante entretenidas y muy buenas.