Tras ver la adaptación de It todavía valoro incluso más la novela.
Anoche me desperté sobre las 5 o las 6 para ir al baño y, somnoliento, me dio por coger el libro de la estantería y releer las últimas páginas. Creo que pocas veces en mi vida me he sentido más triste.
Después me acosté y por la mañana ya se me había pasado, pero no olvido esa irrefrenable necesidad de revivir el final, medio dormido, medio despierto.
Junto con 22/11/63 mi novela favorita de King.