CAPÍTULO 6: EL FINAL
Hace 2 horas que el grupo mutante llegó a la base de Arma X. Normalmente todos se reunían tras una misión, pero esta vez, cada uno fue a su habitación. Jean estaba preocupada por Scott. Recordó cuando llegó hace años al programa Arma X. Sólo era una niña, y un chico con unas enormes gafas rojas le recibió con los brazos abiertos. A los pocos días, el joven le había dado seguridad, le había enseñado todas y cada una de las salas de la base, y a los pocos años, se enamoraron. Ahora, estos documentos habían confundido a Scott, y Jean no sabía que podía hacer. Pensó que necesitaría compañía, y fue hacia su habitación. No estaba. Quizás hablando con Xavier... No. Conocía a Scott, y no creía que fuera a hablar con su tutor, así que fue a preguntar a su mejor amigo, Hank McKoy. Allí tampoco estaba, y Bestia le confesó que él tampoco lo había visto. Le contó que Juggernaut había subido al despacho de Xavier a hablar sobre aquellos documentos, así que lo mejor sería esperar.
Dos pisos más arriba, Cain Marko arrojaba los documentos a la mesa de Xavier.
-¿Qué demonios es esto?- Estaba furioso. No podía creer lo que había hecho su hermano.- Estuve encantado de que contaras conmigo para tu equipo de Arma X, Charles. Puede que nunca haya pensado tanto en los mutantes como tú, pero... ¿Qué te ha llevado a hacer esto?
-Es lo mejor para la seguridad mutantes. Estos últimos años hablan por sí solos.- Xavier hablaba tranquilo, apoyaba la cabeza en el respaldo del sillón, con los ojos cerrados. Sabía que este día llegaría.
-¿Años? ¿Lleváis años metiendo a mutantes “potencialmente peligrosos” en campos de concentración? ¿Tú, Xavier, el defensor de los derechos mutante, haciendo esto? No vamos a estar con los brazos cruzados, Charles. Jean, Kurt, Hank y Scott lo saben... De verdad, no puedo creerlo.
-Por cierto, debes saber que no sólo hay mutantes en nuestro centro de retención. Gente como Bruce Banner, Victor Von Muerte o Norman Osborn son nuestros últimos detenidos.
-¡Me da igual! No entiendo como el maldito Furia te ha hecho esto. Voy a ir a su despacho y voy a darle tal patada en el trasero que...-Juggernaut fue directo hacia la puerta, cuando Xavier se levantó, frenando al forzudo en seco.
-No harás nada, Cain. Puedo hacer cualquier cosa con tu inútil mente, hermanito. ¿Te apetecería asesinar a tus amigos mientras duermes, siendo consciente de ello?- Xavier sonreía mientras hablaba.
-Charles...perdiste tus poderes hace años... El accidente...- Juggernaut no podía moverse. Su hermano había paralizado su cuerpo.
-Eso fue lo que me dio la idea, ¿sabes? Ese mutante que anuló mis poderes... Era demasiado peligroso, así que Furia lo mató. Entonces, tras la muerte del causante, recuperé mis habilidades. Pero pensé que lo mejor sería guardarlo en secreto, ¿sabes? Eso sería lo mejor. Así, todos verían al “pobrecito Charles, minusválido, sin poder usar su mente”. Así, cuando le conté mi plan a Nick de crear estos campos de retención, se puso furioso. No estaba de acuerdo, decía que le recordaba a Hitler, que no consentiría esto. Pero un poco de control mental le hizo ver la situación de otra manera. Así, Furia ejecutó a decenas de mutantes peligrosos en mi nombre. Hasta que Magneto nos descubrió. Desde entonces, el maldito Erik está obsesionado con destruirnos. Ha creado una Hermandad, con todos los mutantes que ha liberado de mis campos. Pero si no le mato es porque me divierte. Con cada ataque, me sorprende. Debo reconocer que lo ha conseguido, e incluso se ha llevado a Scott con ellos. Pero no pasa nada, mañana por la mañana, nuestro querido Summers se habrá suicidado, me encargaré de ello. O quizás haga responsable a Magneto de su muerte. Así, Jean querría venganza... Pero tu conversación me aburro. Ahora, cuando yo baje al comedor a cenar, más o menos dentro de 10 minutos, tú harás todo lo posible por quitarte la vida. Sería fácil borrar tu mente, como a tus compañeros de equipo, pero... Nunca me has caido bien, hermanito.
Xavier salió por la puerta, sonriendo. Arma X seguirá siendo un punto de encuentro para aquellos mutantes que necesiten ayuda. La quieran, o no.
Pues ya está, he terminado. ¿Qué os ha parecido?
