Animal Man se ha convertido en uno de mis cómics favoritos. Ha pasado a mi Olimpo personal de forma automática (junto a los Watchmen, Miracleman o Dark Knight como joyas del género superheróico) después de la lectura de su último y sublime número.
En mi opinión, a Morrison le sienta de maravilla la contención. Todo queda atado al final de un modo no solo coherente, sino yo diría que magistral. La obra va innegablemente a mejor. Su primer arco, el que iba a ser en sí mismo la miniserie en la que empezaba y acababa todo (bendita la hora en la que se decidió que la cosa siguiese) creo, sin miedo a equivocarme, que no hubiese pasado a la historia del cómic. No es que no hubiese cosas en el trasfondo interesantes sobre el personaje, pero ese enemigo, Bwana Beast, es tan ridículo en sí mismo que cuesta tomar en serio la trama a partir de su aparición. Los primeros cuatro números de Animal Man no dejan de ser más que cómics propios de una serie regular superheróica en la que, eso sí, destacan ciertos rasgos de un protagonista atípico: un hombre normal con poderes, al que las circunstancias y su conciencia le llevan a convertirse en un ecologista activista, vegetariano, que también quiere fama, dinero y comodidades... y tantos aspectos más que hacen de Buddy Baker un personaje tridimensional y creíble. Porque Buddy es un hombre normal, un hombre sin retórica, sin una inteligencia sublime que le haga encontrar las respuestas más acertadas en el momento oportuno. De hecho, su mujer muestra más sentido común que él mismo en la mayoría de las ocasiones.
Pero, y aunque todo ello contribuya, no es esto lo que hace a Animal Man una maravilla de cómic. Es su desarrollo exponencial desde el número 5 hasta los últimos números, su sublime final lo que hace de Animal Man una obra maestra pese a su horripilante parte gráfica (hay números más inspirados que otros y también hay que admitir que ese clasicismo añejo y feo, finalmente hasta cuadra con la temática y el mensaje de la obra). No es una obra redonda a mi parecer. Tiene altibajos y a según qué personas le podría lastrar el principio (el citado primer arco, el arco argumental que transcurre en África que también parece una sarta de incoherencias y esperpento de personajes...) tanto que les costase llegar al final, pero si alguien lee esto y siente esa tentación de abandonar el cómic que no lo haga bajo ningún concepto, la cosa acaba de forma genial y redonda. Tranquilos que todo quedará atado (y, cosa que con Morrison no siempre pasa, os enteraréis de ello).
Y aquí es donde entro ya en spoilers que no deberíais abrir ni de coña si aún no habéis leido esta maravilla.
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
En algún momento tengo que cortar y lo voy a hacer aquí. Solo quería plasmar mis impresiones y espero que a partir de ellas podamos conversar y conversar sobre esta obra que me ha dejado dentro de ella desde que la acabé y supongo que me tendrá ahí durante un tiempo. Esto solo lo consiguen ese tipo de historias que te transportan hasta un lugar tan peculiar y único que te dejan con esa sensación de irrealidad (o de mayor conciencia de realidad, según se mire) del que uno no sabe si debe o tan siquiera quiere salir.
En definitiva: Una obra absolutamente recomendable, no ya para los incondicionales de Morrison (que también, por supuesto), sino para los que lo odian a muerte. Un cómic absolutamente contenido, perfectamente cerrado de esa forma en la que se cierran este tipo de historias con infinitas lecturas (como la magistral Watchmen), es decir, su trama principal perfectamente acabada y comprensible para cualquiera (¡ojo! que hay gente para todo. Conozco a uno que me dijo que no entendía Sin City, que era una película muy compleja. Telita...), pero 200.000 implicaciones extras que esperan ser tenidas en cuenta en posteriores reflexiones y relecturas. En una palabra: Imprescindible.
Saludos.