SIEMPRE hay que tener en cuenta que Stan Lee desarrolló la mitad de su carrera bajo la premisa de lo que Martin Goodman le pedía: COPIAR y COPIAR lo que funcionaba de la competencia, hasta extremos ridículos (¿que "Casper el fantasma amistoso" triunfaba entre los chiquillos? Pues saco a "Homer el Fantasma Feliz").
Sin embargo, tenemos que llega 1961 y, por fin, gracias en parte al "Método Marvel" (donde buena parte del desarrollo argumental de la línea de superhéroes se dejó en manos de dos artistas extraordinarios como Jack Kirby y Steve Ditko) la antigua Atlas consiguió desarrollar algo nuevo sin que ni ellos mismos se dieran cuenta al principio. Este proceso de innovación comienza, para mí, ya bien entrados en 1962, porque si nos fijamos en los tres primeros números de Los 4F hay ahí un popurrí de cosas anteriores (una premisa a lo "Challengers of the Unknown", invasión de alienígenas de aspecto ridículo que culmina con un giro de guion delirante, monstruos gigantes...). Sin embargo, en otras series que surgen ese año donde no hubo tanta implicación por parte de Kirby (Antorcha Humana, Hombre Hormiga, Iron Man, los inicios de Thor...) en realidad lo que se intenta hacer es simplemente imitar/copiar la estructura de los cómics DC de por aquél entonces.
El propio hecho de que Stan Lee dejase los diálogos o incluso el guion de muchos de esos episodios en su hermano pequeño Larry Lieber (que en ese momento tenía 31 años, no era ningún jovencito como piensan muchos) es una muestra del desinterés que Lee tenía por esos seriales, ya que Stan siempre menospreció mucho a su hermano como creativo (básicamente le daba solo trabajos alimenticios o de "urgencia", sin que intentara nunca auparlo a ninguna serie importante). En resumen, que Stan Lee consideraba que esas colecciones eran simplemente para cubrir el cupo de publicaciones que había que enviar a la distribuidora, sin que mereciera dedicarles más de 15 minutos en su planificación.