Marvel Team-Up: Omnigold 3: ¡Pesadilla en Nuevo México! (1976-1977) Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-marvel-team-up-omnigold-3-pesadilla-en-nuevo-mexico-1976-1977/Tercer tomo recopilatorio de la colección con héroe invitado por excelencia, Marvel Team-Up. Un tomo que da continuidad a la etapa guionizada por Bill Mantlo, ya iniciada en la última parte de la anterior entrega. Es precisamente el material incluido en este nuevo volumen el que confirma a la etapa como una de las mejores de toda la colección.
El dibujo a lápiz, por su parte, sigue estando en manos de Sal Buscema.
El tomo no puede empezar mejor gracias a una de las sagas más clásicas de la colección, la del viaje en el tiempo. La Bruja Escarlata, la Visión, el Doctor Muerte y Dragón Lunar son los invitados en esta aventura trazada en base a hechos y personajes reales: la quema de brujas en Salem acontecida en 1692. Tanto el principal artífice del triste episodio histórico, el sacerdote Cotton Mather, como las víctimas hacen referencia a los protagonistas reales de aquel caso.
Evidentemente, Mantlo se inventa una nueva trama en la que intervienen los superhéroes, pero con aquella caza de brujas como cimiento argumental. Un nuevo y poderoso villano, el Jinete Oscuro, y la Máquina del Tiempo del Doctor Muerte, que desplaza a los protagonistas al pasado, son las piezas que constituyen la trama central de esta historia intensa y emocionante.
No termina aquí el viaje para el trepamuros porque, aprovechando el desplazamiento en el tiempo, Mantlo envía a Spiderman a dos de las épocas del futuro del Universo Marvel que conocemos gracias a sendas series futuristas. Me refiero al apocalíptico futuro de Killraven y a los años de declive de Deathlok. Dos episodios en los que, claro está, Spiderman conoce a ambos personajes. Un baño de realidad para el arácnido, que experimenta de primera mano el negro futuro que le espera a la Tierra.
Un ciclo argumental, el del viaje en el tiempo, donde el componente fantástico se basta para satisfacer las expectativas sin necesidad de plantearnos demasiadas preguntas. Historias consagradas al entretenimiento que son el paradigma de este título.
Más modesto es el siguiente arco, que tiene la peculiaridad de ser el primer crossover entre las dos colecciones duales de la casa, Marvel Team-Up y Marvel Two-in-One. Lógicamente, La Cosa y Spiderman se intercambian los papeles de protagonista titular y de invitado en ambos números, en una trama en la que el Basilisco amenaza con un cataclismo en el seno de Nueva York. El número de Marvel Team-Up del crossover, por cierto, está dibujado por Ron Wilson.
Otra de las sagas más destacadas de la colección es sin duda la de Espectro. Iron Man y el Doctor Extraño son los invitados en una de las historias más diversas y bien hiladas. Un arco argumental que supone la presentación de un nuevo personaje secundario para Spiderman, la capitana Jean DeWolff, así como también su hermano Brian, que ocupa un papel central en la obra. La capitana, que a partir de este momento se convertirá en el personaje de apoyo más recurrente en Marvel Team-Up, nace como un claro vehículo de manifestación antimachista, especialmente en el ámbito laboral y en el cuerpo policial. Una estupenda historia sobre el control mental generosa en tensión y emotividad.
Gerry Conway participa como guionista invitado en un episodio que da continuidad a los acontecimientos vividos en la colección del Capitán América, en la estancia del abanderado en la Dimensión Oscura. Un aceptable número en el que Spiderman y el Capi intentan frenar a un monstruo desorientado tras haber atravesado el portal interdimensional, mientras Batroc el saltador intenta sacar buen partido de la situación.
Y a continuación nos encontramos con el primer anual correspondiente a esta colección. La Patrulla-X acompaña a Spidey en una aventura especialmente atractiva en lo visual y lo narrativo. Los Señores de la Luz y la Oscuridad son un grupo de villanos nacidos de un accidente nuclear en un centro secreto llamado El Nido, cuyos nombres hacen referencia a las principales deidades hindús. Una mitología, la hindú, poco recurrente en el Universo Marvel, que aquí obtiene reconocimiento en forma de un grupo de inofensivos científicos convertidos en siniestros y poderosos villanos. Buen anual, desde luego.
Una de las utilidades de un título como Marvel Team-Up es la de dar continuidad a personajes presentados fugazmente en alguna colección genérica. Una opción que en este caso concreto viene acompañada del relato de presentación del personaje en cuestión. Estoy hablando de un extraño ser con aspecto de fauno que se hace llamar el Dios del Bosque (Woodgod), y de su relato unitario publicado en el título Marvel Premiere. Un relato necesario para entender el posterior protagonismo del personaje en Marvel Team-Up y que, para mayor conveniencia, de no haberse incluido en el presente tomo hubiera quedado inédito, al no encajar dentro de ningún otro título.
Un relato guionizado por el propio Bill Mantlo que hace gala de un notable trabajo gráfico a cargo de Keith Giffen, secundado por el entintado de Klaus Janson. Una historia sobre un ser con aspecto monstruoso y la mente de un niño, despreciado y odiado por ser diferente. Una serie de atributos que fácilmente nos traen a la memoria a Hulk, precisamente el "héroe" con quien el Dios del Bosque comparte invitación en el subsiguiente arco en Marvel Team-Up.
Una triste historia en la que nuestro fauno, nacido de un experimento de una pareja que trabaja en un letal gas nervioso para el gobierno, deambula desorientado por el pueblo de Liberty.
El arco que da continuidad a la historia marca la entrada de John Byrne en sustitución de Sal Buscema a los lápices. Un John Byrne ya consolidado como uno de los dibujantes del momento que, por supuesto, está a la altura del cometido en esta nueva etapa de la serie, incluso superando a su predecesor en belleza y capacidad narrativa en la mayoría de los números.
La historia es una crítica del poder y de sus prácticas ilegales potencialmente letales. Hulk, el Dios del Bosque y Spiderman se convierten en el blanco del gobierno federal como testimonios de lo sucedido, en otra buena demostración de entretenimiento made in Mantlo.
Lo mismo ocurre con el siguiente episodio, una aventura en la que Spiderman incursiona en el género cósmico. Warlock ejerce de invitado en una trama centralizada en las Gemas Alma, la suya y la del Jardinero, mientras el Extraño tercia como antagonista.
Mantlo se despide de la colección, de nuevo acompañado por Sal Buscema, con el número más jovial de su etapa. Daredevil acompaña a Spiderman en la cabecera, mientras Electro y Ventisca juegan a ser vulgares rateros. Pero lo que acapara buena parte del interés es el divertido primer encuentro entre Jonah Jameson y su rival en el Daily Globe, Barney Bushkin, a cuál más ridículo y roñoso.
La etapa Claremont-Byrne.En sustitución de Bill Mantlo entra ni más ni menos que uno de los guionistas de mayor proyección del momento, y a estas alturas ya podríamos decir que consolidado gracias a sus trabajos en la Patrulla-X y en Puño de Hierro: Chris Claremont.
Sin embargo, el aclamado equipo que Claremont formaba con John Byrne ya llevaba un tiempo en marcha en Iron Fist, pero no así en el título de los mutantes, donde Byrne todavía no había tomado el puesto de Dave Cockrum a los lápices.
En realidad, Claremont inicia su andadura en Marvel Team-Up en medio del fugaz regreso de Sal Buscema en tres números, dos de los cuales bajo guiones del nuevo escritor. Dos episodios autoconclusivos de pura acción sin mayor contenido que un guion simple y el nervio narrativo del dibujante, que no es poco.
En el primero, Spiderman hace equipo con la Viuda Negra para hacer frente al Samurái de Plata, mientras que en el segundo el trepamuros se ve enredado en el ataque vengativo del Trampero al Motorista Fantasma.
El equipo formado por Chris Claremont y John Byrne debuta en la colección con un arco más interesante. La química entre ambos autores ya se percibe en esta historia en la que recuperan a un supervillano que había pasado sin pena ni gloria por esta misma colección. Un villano que aquí obtiene un origen, se le da profundidad y pasa a ser una amenaza de primer orden. Se trata de Equinoccio, un tipo cuyas capacidades le permiten combinar el fuego y el hielo, y un caramelo para el despliegue visual del John Byrne más esplendoroso.
Chaqueta Amarilla y la Avispa son los héroes invitados en este estallido de acción hasta extremos dramáticos muy bien ejecutado, destacando una excitante escena en el cuartel de los Cuatro Fantásticos.
Lo mismo puede decirse del siguiente episodio, que incluye otra brutal escena, en un barco, por obra y gracia de un John Byrne espectacular. El vehículo visual esta vez es un Superskrull más peligroso que nunca, mientras que los aliados de turno de Spiderman son la Antorcha Humana y Ms. Marvel. Parte de la trama, por cierto, tendría continuidad en la propia serie de Ms. Marvel, que guionizaba Chris Claremont, en uno de los varios cruces con colecciones escritas por el inglés que nos vamos a ir encontrando.
Claremont hace de esta colección su divertimento particular. A diferencia de la Patrulla-X, donde puede permitirse el lujo de crear una continuidad de largo alcance, enlazando líneas argumentales con total libertad, en Marvel Team-Up todo está condicionado a los otros títulos de Spiderman de manera que el planteamiento debe ser otro, el de la creación de tramas menos invasivas a nivel global y libres de ataduras.
Pero si esta colección tiene otra utilidad es la de atar cabos sueltos ocasionados por cancelaciones repentinas de otros títulos. De este modo, la dupla de autores aprovecha la ocasión para darle un final a la recién cerrada colección de Puño de Hierro.
Sin ir más lejos, en el anterior arco Claremont y Byrne ya se habían traído al teniente Rafael Scarfe de las páginas de Puño de Hierro para dar continuidad al personaje, incorporándolo aquí como segundo de la Capitana DeWolff.
Así, el tomo cierra con el arco argumental que pone el cierre al título de Puño de Hierro. Lógicamente, el propio Puño comparte cabecera con Spiderman, lo mismo que las Hijas del Dragón, Colleen Wing y Misty Knight.
El misterioso personaje llamado Davos se descubre al fin como un viejo conocido de K’un-Lun que se hace llamar Serpiente de Acero. El villano viene a reclamar el poder del Puño en una trama provista de buenas dosis de acción cuya continuidad pertenece en su totalidad a Puño de Hierro. Desde luego, es una prolongación de la fenecida serie del hijo de K’un-Lun en la que Spiderman está ahí porque es su propio título, pero se podría prescindir del lanzarredes sin ningún problema. Sea como fuere, un buen y necesario colofón a la colección de Puño de Hierro.
El volumen también incluye tres páginas de corte navideño, hasta ahora inéditas, pertenecientes al número 13 de Marvel Treasury Edition, una colección dedicada a las reediciones en casi su totalidad. Un mini relato desprovisto de interés, en el que Roger Stern y George Tuska sacan a relucir el espíritu navideño de los héroes Marvel.
Por su parte, la etapa Claremont-Byrne no ha hecho más que empezar, de modo que la siguiente entrega de Marvel Team-Up nos traerá mucho más de este inigualable equipo de autores.
Conclusión.Sin lugar a duda, hasta ahora el mejor volumen de lo que llevamos de colección. Tanto la etapa Bill Mantlo como la primera parte de la de Chris Claremont superan con creces lo leído hasta ahora en Marvel Team-Up. Por no hablar del excelente trabajo gráfico de Sal Buscema y de John Byrne.
En definitiva, entretenimiento de altura en un tomo muy recomendable de la Marvel más genuinamente setentera.