A mí me ha parecido muy decepcionante, ampliamente inferior al videojuego. Es la versión de hacendado de una joya.
El punto central de la historia, la relación entre Joel y Ellie, que es un reloj suizo de perfección y atención extrema al detalle en el juego, aquí es una cosa genérica y superflua que uno la ve como quien ve llover, sin mayor repercusión. El ritmo es una cosa rarísima, porque tan pronto se paran un montón en cosas inventadas o innecesarias como pasan de puntillas por los eventos del juego, cuando no se los saltan, lo que nos lleva al primer punto: parte de la conexión entre Joel y Ellie surge a raíz de los obstáculos y adversidades que enfrentan juntos, que aquí son casi inexistentes, cualquier cosilla que implique tensión o acción la han eliminado de la serie, por lo que el viaje de los Joel y Ellie televisivos es poco más que una caminata muy larga, frente a la odisea que viven los verdaderos Joel y Ellie, los del juego. Para esto que hubieran hecho la película, y nos ahorrábamos unas horillas.
Aún por encima menudo el papel que le dan a Troy Baker, el masilla medio lelo. Algún día Druckmann nos explicará por qué empezó a odiar a Joel con toda su alma, entre eso y alguna que otra pullita en diálogos a raíz de la polémica del 2 vaya tela.
Si no trajera el gusto por el juego de casa pienso que ni la habría acabado, así que las siguientes temporadas, adaptando el 2, que no me gusta ni en el juego, creo que ni las veré.