tomos clasicotes de Batman o Superman malo sería que no vendieran, creo yo.
Lo primero sería concretar a qué nos referimos con cómics clasicotes de Superman.
Como yo me crie con la etapa de John Byrne, para mí todo lo anterior a 1987 es "lo clásico". Pero entiendo que para un lector actual, los cómics de los años 80 y 90 también pueden recibir esta etiqueta.
Si hablamos del material pre-Byrne... en mi opinión, dicho rápido y mal, es una m**rd*.
Por supuesto que se salvan las historias de Alan Moore (ya requeteeditadas), si queréis también la etapa Dennis O'Neil... y, por qué no, algunas historias sueltas que tienen relevancia histórica, como puede ser aquella que introduce a Kara Zor-El, así como las que destacan por los dibujos de José Luis García López.
Pero más allá de esto, pues...
A mí siempre me gusta poner este ejemplo. En 1982 comenzó la etapa de Roger Stern y John Romita Jr. en The Amazing Spider-man. Ya sabéis que en esos cómics se introdujo al Duende, quien siguió apareciendo en repetidas ocasiones con el misterio alrededor de su identidad. También recordáis aquella divertida secuencia en que Peter está enrollándose con una rubia, a lo que Mary Jane aparece por sorpresa... la chica se va enfadada, MJ le limpia la cara a Pete del pintalabios de aquella... Pues bueno, todo esto, que tampoco es que sea algo innovador ni transgresor, era sencillamente imposible de encontrar en un comic de Superman.
En 1982 los cómics de Superman, tanto Action Comics como Superman, seguían anclados en la forma de hacer tebeos de los años 50: aventuras autoconclusivas y sin sensación de continuidad, historias dirigidas a un público infantil... Superman estaba tan anquilosado que incluso la forma de vestir de los personajes parecía antigua.
Podéis coger 20 cómics al azar y leerlos de forma desordenada que os dará completamente igual. Básicamente, todas las historias son iguales: un alienígena rosa llega a la Tierra. Clark, que sufre la burla de un compañero del Planet, se viste de Superman. Va y vence al alienígena. Lois pierde las bragas por Superman mientras que se burla de Clark. Al final, hay una moraleja y Clark sonríe al lector. Esta fórmula acepta cambios: puede ser un alienígena verde... o un cavernícola que ha venido del pasado. Puede que Lois no se exceda mucho. O que Clark le responda al compañero usando sus poderes de forma sutil. En cualquier caso, da igual. Lo que hayas leído es obviado en el siguiente episodio.
Hay que tener en cuenta que mientras que Marvel había ido renovando a sus guionistas y dibujantes con el paso del tiempo, en DC había autores que llevaban décadas. Y eso se nota en la forma de escribir y de dibujar. Fijémonos en que Cary Bates escribía cómics de Superman en los años 80... un tipo que llevaba ahí desde mediados de los 60.
La situación es aun más desoladora si lo comparamos con los X-Men de Claremont o los Daredevil de Miller. No vamos a encontrar a mujeres complejas en los cómics de Superman, tampoco una gran narrativa...
Si un lector de Marvel espera encontrar obras de ese calibre en los cómics de Superman pre-Byrne, lo tiene crudo.
Hay un buen intento por parte de Marv Wolfman de renovar al personaje, pero... duró un suspiro.
Con Byrne, los cómics de Superman empiezan a adoptar una narrativa moderna, a tratar temas actuales... a dirigirse a los lectores como lo hacían los cómics de Marvel desde hacía LUSTROS. Me viene a la cabeza la historieta en la que un manipulador Lex Luthor se detiene en un área de servicio y cosifica y manipula a una simple camarera para que se venda por dinero. Algo así era impensable antes.
En definitiva, pienso que esos cómics clásicos de Superman son poco comerciales.