Día 205: Classic X-Men vol. 1 #3. 22 de julio de 1986.
Banda sonora: vamos con una versión ochentera de George Benson que se convirtió en un clásico por derecho propio: "The Greatest Love of All", interpretada por Whitney Houston:
https://www.youtube.com/watch?v=IYzlVDlE72wCréditos: Chris Claremont (guion); Dave Cockrum (dibujo); Sam Grainger (entintado) John Bolton (dibujo, entintado); Tom Orzechowski (rotulación); Gynis Oliver (color).
Portada de Arthur Adams.
Hoy tenemos la usual combinación de historia de complemento + escenas extendidas. En cuanto a lo primero, leemos "Luto", unas sobrias páginas de aspecto contemplativo y reflexivo, donde la Patrulla asiste al funeral de John Proudstar, muerto al final de TXM #95.
Bolton refleja muy bien la sensación de fracaso y tristeza de Xavier, al ubicarlo en un páramo desolado de Nuevo México, en el hogar natal de Proudstar. No ha podido evitar la primera joven baja en el cumplimiento de su sueño de coexistencia pacífica entre humanos y mutantes. Este tema, el de la legitimidad de Xavier para escoger a jóvenes mutantes y ponerlos a pelear en su empeño personal, con riesgo de que mueran, se explorará en muchos momentos posteriores de la franquicia, y da para pensar, la verdad, no muy bien, de Xavier.
A él se une Jean Grey, quien oyó el grito psiónico de angustia de su mentor, y ha acudido al entierro. Se aprovecha la ocasión para recordar el primer encuentro entre Jean y Xavier, cuando esta era niña, y se despertó su mutación al perder a su amiga en un accidente de coche.
Esto es algo que sabemos que se contaría bastante después en la colección regular, pero Claremont lo inserta aquí jugando con la máquina del tiempo. El pesar de ambos se ve interrumpido precisamente cuando los dos captan los pensamientos alarmados de Piotr. El motivo... ¡alguien ha robado el cuerpo de John Proudstar de su ataúd! El cura propone llamar a la policía, pero la Patrulla-X preferirá ocuparse del asunto ellos mismos y desentrañar el misterio del extraño ladrón de cuerpos.
Pero los padres de Proudstar piden a la Patrulla-X que no se metan y les dejen en paz. Ya han hecho bastante arrebatándoles a su hijo mayor. Pese a todo, Lobezno se remangará para ponerse a la faena de buscar el cuerpo, y el resto de la Patrulla le seguirá desde cierta distancia.
El enigma no tarda en resolverse. Lobezno descubre, rastreando al menor de los Proudstar, James, que este fue el que sacó el cuerpo de su ataúd, para despedirse de su hermano como un verdadero guerrero, conforme a las tradiciones apaches.
Más allá de eso, el pequeño Proudstar, del que se dice que apenas conoció a su hermano (un tanto extrañamanente, en principio, aunque John pasó un tiempo en Vietnam), jura venganza cobrándose la muerte de John con la vida del que juzga su máximo responsable: Charles Xavier.
Y aunque la historia no tiene mucho más, lo importante realmente es explorar las tribulaciones de los mutantes y, de paso, rendir homenaje a Proudstar, al que tan poco pudimos ver en las páginas de La Patrulla-X. Con esto último, Claremont reincide en los temas ya vistos. Es decir, la constante necesidad de Proudstar de mostrar su valía y, con ello, recibir la estima de sus compañ)eros, especialmente de Lobezno, al que juzga el mejor de todos. Parece que le costaba encontrar su lugar en el mundo, y fue algo que no pudo superar.
En la viñeta anterior, vemos a John colarse en el ático de Tormenta -por segunda vez, si seguimos la retrocontinuidad-, ya mucho más poblado de plantas a partir del cactus inaugural que el propio Proudstar le regaló a Ororo (véase GSXM #4). Siempre comparándose con Lobezno. Un Lobezno que, curiosamente, es el que se encargará con más ahínco de resolver el misterio del cadáver robado. Por el camino, mientras rastrea a James Proudstar, halla una foto, caída del cuerpo en algún momento, en la que se muestra a John de militar con su tío y otro compañero.
Nuestro caído Proudstar tenía más cosas en común con Lobezno de lo que parecía, y nunca le comentó el detalle de la guerra. Esta escena la veríamos a la inversa en GSXM #4: allí fue Ave de Trueno el que vio la foto de Lobezno sirviendo en el ejército tras entrar en su habitación.
Todos los flashbacks que vemos de Tormenta y Rondador hablando con John se refieren a lo mismo: no tiene ningún lugar al que ir, ni una mujer a la que amar, ni hijos. Dejó a sus amigos en las junglas de Vietnam, etc. En mi opinión, claramente se toca el tema del vacío existencial.
Incluso, cuando abordamos las reflexiones de Banshee y de Kurt, creo que se llega a sugerir que el incidente del avión en el que pereció Ave de Trueno tuvo algo de suicidio, y es difícil culparse por no haberlo podido evitar, aunque el irlandés lo intente.
De paso, se deja la pequeña pista, por retrocontinuidad, de que el grito sónico de Sean está cascadete ya, lo que nos permite vislumbrar un futuro que ahora no quiero spoilear más de la cuenta.
En definitiva, un digno homenaje a un personaje que merecía algo de empatía, y a fe que estas páginas lo consiguen, añadiendo mucho trasfondo al personaje. Un trasfondo que también veremos reflejado, por cierto, en las escenas extendidas de TXM #95. Por ejemplo, cuando, una vez dentro de la base de Valhalla, Ave de Trueno intenta tomar la vanguardia de la formación, pero Cíclope le asigna esa tarea a Lobezno. No puede con eso y discute con Scott. El pobre tiene un complejo de inferioridad galopante.
Dejando ya el tema Proudstar, en CXM #3 se aprovecha para dar más contexto e información a ciertas secuencias del cómic original. Por ejemplo, en las viñetas de abajo se muestra a Hombre Gato intranquilo, ante la eventualidad de que Nefaria realmente quiera cargarse el planeta. Será un farol ¿verdad?
Como podéis observar, la respuesta de su jefe no le deja muy tranquilo. Otra viñeta anterior a estas, nos enseña que Nefaria es consciente de que está luchando con una Patrulla distinta de la original, al verlos caer del desintegrado avión desde una pantalla. Con esto se salva un poco la relativa incoherencia que habría sido un encuentro entre Nefaria, Banshee y Ave de Trueno y asumir que son miembros de la Patrulla-X. Algo que ahora sabe gracias a la contemplación a distancia del grupo.
Hay dos aspectos más, dignos de mención, en estas viñetas: primero, aparece un representante del gobierno llamado a Heggadorn, al que no tengo el gusto de conocer. Creo que es primera aparición. Se agradece ayuda/comodín del público. Segundo, que, a diferencia de lo visto en CXM #2, aquí no solo se añaden páginas enteras nuevas, sino que se mezclan viñetas nuevas con las del cómic original, en una nueva composición de página. La viñeta de Cíclope cayendo es por ejemplo original, y la de Nefaria es posterior.
También se aclara que, efectivamente y como sospechábamos en la reseña de TXM #95, es Libélula la que, con sus poderes hipnóticos, se encargará de controlar mentalmente al personal militar de la base para que luego ataque a La Patrulla-X.
Finalmente, es importante recordar que, como también dijimos en la reseña de TXM #95, Rondador parecía introducirse en la Base de Valhalla sin sopesar que, si no había visto antes el lugar al que viajaba, podía materializarse en mitad de un objeto sólido y morir. Aquí se solventa el tema, añadiendo unas viñetas en las que Rondador advierte de este peligro. Claremont, creyendo tirar de recursos inéditos, hace que Cíclope proponga a Banshee que escanee la base de Valhalla con su grito sónico a modo de sonar.
De esta manera, Banshee dará a Rondador luego ciertas indicaciones para que entre en la base con la teleportación, en terreno despejado. Pero hay algún tirón de orejas que tenemos que dar a Claremont aquí, aunque sea un tirón cariñoso, porque, qué coño, es Claremont ¿no?: Banshee dice, en las viñetas anteriores, que nunca ha intentado utilizar su grito sónico a modo de sonar. Sin embargo, eso no es verdad. En TXM #35 (agosto de 1967), Banshee ya escaneó de ese mismo modo la base secreta de Factor Tres. Y aunque es cierto que no se mostraba con tanto detalle como aquí, ahora, es también verdad que el esfuerzo dejaba a Sean agotado en aquel lejano cómic.
Y con esto lo dejamos por hoy. Hay más detalles y diálogos interesantes, pero estoy ya en el límite de la reseña-turronazo. Curiosamente, hablar de estos complementos y páginas añadidas ocupa más espacio que reseñar el cómic original. Esto habla a favor de la profundidad y, en definitiva, de la miga de estas historias añadidas. A día de hoy, me parecen imprescindibles
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