Día 171: Amazing Adventures vol. 2 #14. Septiembre de 1972
Banda sonora: en este episodio tiene lugar una fiera batalla entre dos bestias. Dejemos que suene "Vicious" de Lou Reed de fondo:
https://www.youtube.com/watch?v=4WzdYMv4MM0
Créditos: Steve Englehart (guion); Tom Sutton (dibujo); Jim Mooney (entintado); John Constanza (rotulación); ¿? (color).
Portada de Gil Kane, Joe Sinott y John Constanza.
Nos encaminamos a reseñar un número con mucha acción y, en general, no demasiada sustancia. Esta entrega bimestral de AA está caracterizada por el intercambio de golpes contra Quasimodo, el androide fabricado por el Pensador Loco en las páginas de los 4F, y más escenas de acción.
El propio comienzo del tebeo ya deja patente esta orientación, mostrando a la Bestia esquivando misiles. Wow! En realidad, lo que pasa es que Hank se ha metido en medio de unas pruebas que Iron man realizaba con su propio armamento.
Tiene McCoy tal impaciencia por charlar con Iron Man, que no puede esperar y se mete en mitad de un fregado de testeo de obuses. Pero en realidad, si he de ser sincero, no entiendo qué es lo que quiere saber la Bestia de Iron Man.
A estas alturas, servidor pensaba que la Bestia ya habría deducido que pensó que había matado a Iron Man fruto de las manipulaciones mentales de Mente Maestra vistas en AA#12. Parece que necesita, en cualquier caso, que Iron Man le explique lo que vio: a alguien que salió huyendo gritando que había matado a Iron Man. Eso no le aclara las ideas a Bestia, pero al menos se va contento de que Iron Man le haya llamado "hombre" y no "bestia" o "monstruo".
Por el camino, Englehart hace un alegato con un mensaje claro de crítica a la policía de gatillo fácil. Durante este suceso, uno de los guardias de Stark disparó sobre la Bestia. En cuanto Hank se va, Iron Man le dice al guardia que coja sus cosas y se largue de allí.
Hank vuelve a casa, solo para verse importunado por una visita sorpresa de Linda Donaldson. Tiene sus prótesis "oficiales" en el despacho (habría que preguntarse por qué no se las trajo. Asumiremos que tendría que salir corriendo o algo así), así que se pone una de reserva. A punto está Linda de descubrir su verdadera identidad, así que Hank se agobia y prácticamente la echa fingiendo que está acatarrado, tapándose la garganta y las manos con una bufanda y una gabardina. Nuestro héroes se atormenta de no poder tener el amor de Linda, por H o por B.
Hank, enormemente frustrado, se marcha con su aspecto peludo hacia el laboratorio. Quiere el destino que justo cuando salía Linda, Vera entre en el portal de Hank para ir a buscarle, pero este ha salido ya. Vera habla de un misterioso "Día del Juicio Final" que se avecina.
Esta parte de la trama queda en suspense, mientras la Bestia llega al laboratorio pensando que puede tomar sus prótesis sin ser descubierto. Al contrario, al saltar la valla de la Brand Corporation se encuentra con un enjambre de militares al mando de Buzz Buxter que le persiguen
Hank logra despistarlos, y vuelve a salir disfrazado como humano. Cuando se presenta a Buzz y Patsy, estos reaccionan sorprendidos de verle allí, ya que le habían estado buscando. Para colmo de males, aparece Linda preguntándole que qué hace en Brand, si hace unos minutos le había dejado en su casa diciéndole que estaba enfermo. Hank busca la pobre excusa de decir que sabía que le estaban biscando y por eso ha venido. Pero Buzz está ya muy suspicaz.
Ante la insistencia de Buzz, con preguntas cada vez más incómodas, Hank se inventa la coartada de que todo este tiempo estuvo con Linda, pero esta le desmiente delante de Buzz y Patsy, para sorpresa del interpelado. Vaya víbora está hecha Linda. Sin embargo, hace pasar su puñalada por la espalda a Hank de falso patriotismo, ya que en realidad ella ni siquiera es estadounidense, como aprendemos en este tebeo.
Por otra parte, a destacar lo gilipollas que se ha vuelto Buzz en solo tres tebeos. Aquí no solo manda callar a Patsy, sino que le dice también que no se meta en cosas de hombres. Nada tiene de extraño que luego, en Los Vengadores, nos enterásemos de que Patsy había mandado a Buzz a paseo.
Hank se libra momentáneamente de una situación muy, pero que muy embarazosa, gracias a un nuevo revuelo que atrae la atención de Buzz. ¡¡Han avistado a la Bestia!! Buzz sale corriendo y le dice a Hank que le quiere declarando al día siguiente por la mañana.
Sé lo que estaréis pensando ahora mismo: si Hank está allí mismo, disfrazado ¿quién demonios es la bestia que los militares han avistado? Tendremos que mantener la confusión, pero no por mucho tiempo.
Hank, tras expresarle su descontento a Linda por no haberle cubierto, acude raudo de vuelta al laboratorio para intentar hallar una cura a su mal. Si lo hace, sus problemas habrán terminado. Pero entonces, él mismo ve a la misteriosa bestia merodeando por su oficina.
Quitándose su disfraz, la Bestia sale dando saltos en persecución de su homóloga. Al alcanzarla, se da la vuelta y resulta ser ¡¡¡Quasimodo, la computadora viviente!!! ¿Qué está haciendo en la Brand Corporation?
No os preocupéis, Quasimodo tiene suelta su electrónica lengua y le cuenta su objetivo: el Agente 9 (ergo: Linda Donaldson, aunque eso no lo sabe Hank) y Mente Maestra le han hablado de su metabolismo especial que le permite curarse. Cómo conoce la máquina viviente a estos dos personajes es algo que tendrá que esperar a futuras entregas
Quasimodo, tirando de eventos pasados, explica al lector que Estela Plateada le dio un cuerpo por piedad, pero que no es realmente humano. Si absorbe la energía vital de la Bestia, entonces ya será un ser humano completo. Y tiene un extraño ojo más grande que el otro que le permite chupar energía.
El engendro androide se abalanza con tanta fuerza sobre Bestia, que rompen ambos la pared cayendo al vacío, aterrizando a duras penas sobre la estructura metálica de un edificio en obras de la Brand, donde tiene lugar una lucha con visos de trapecismo. Hank se plantea abandonarse a la muerte y dejarse caer, pero finalmente opta por el camino del valor: seguirá luchando por vivir. Durante el combate, Hank piensa que tal vez el punto débil de Quasimodo sean sus emociones, ya que lógicamente es implacable.
Debo confesar que no entiendo bien cómo una máquina puede ser especialmente sensible a las emociones, pero el caso es que Hank le provoca lo suficiente para cabrearla. Utilizando una pistola de remaches, Quasimodo le agujerea el brazo a la pobre Bestia.
Esto nos permite saber algo nuevo de boca de Hank: sus poderes curativos, de repente, han desaparecido. Eso hace más fácil a Quasimodo acorralar a Bestia contra una viga y empezar a drenarle su energía vital. Pero, para sorpresa de la máquina, Hank no se rinde y morirá luchando. Esto es algo que descoloca enormemente a Quasimoso, quien no esperaba esa reacción. De repente, se frena en seco, y da su discurso: él nunca podrá ser humano. El ejemplo de Hank le hace ver que su anhelo es quimérico. Así que decide suicidarse tirándose de la construcción en obras al suelo.
Y así es cómo acaba esta historia, que yo veo, floja, no, lo siguiente. Quasimodo es todo lógica, pero no atisbo su propio razonamiento. Asumimos que piensa que, drenando la eneergía de Bestia, puede ser humano. Sus cálculos habrá hecho para ello, digo yo, aunque parezca absurdo. ¿Por qué decide entonces no seguir absorbiendo su energía? La respuesta está en que, de alguna manera, observa lo que es un humano y su capacidad contra toda lógica de luchar hasta el final, aun sabiéndose perdido. Supongo que no puede comprender eso.
Sin embargo, veo tres fallas en este razonamiento: 1) para empezar, hank no está haciendo nada heroico. Solo dejarse chupar la energía cuando ya no puede luchar. 2) Por la razón que sea, Quasimodo puede sentir emociones. Algo deberían ayudarle, si acaso, a comprender la situación 3) Aunque no fuera así, su lógica podría dictarle que, en cuanto hubiese absorbido toda la energía vital de Hank, sería completamente humano y, por tanto, estaría en condiciones de obtener las virtudes inalcanzables que ve en él. Sobre todo si es su energía la que obtiene
.
En fin, acabo esta reseña, más larga de lo que había pensado, diciendo que no me he enterado de nada. Tal vez la respuesta está en lo que Hank alega al final, sombríamente: lo que le pasaba a Quasimodo es que era más humano de lo que él mismo pensaba. De ahí sus contradicciones y que cayera presa de sus propios miedos. En este caso, miedo a no ser humano, algo paradójicamente muy humano.
Pero la Bestia tiene sus propios problemas ahora que ha perdido sus poderes de curación. Tiene lo peor de ambos mundos, pues sigue siendo azul y peludo. Leed conmigo cómo siguen estas inquietantes aventuras en los próximos días, para averiguar más sobre este asunto. Que además... sale ¡Angel!