Es de locos.
Pero yo no me cansaré de repetirlo, pese a la posverdad imperante en nuestros días.
En España, la grapa
era un formato popularDesde 2019, es decir, desde que Panini nos pegó la clavada, personas pertenecientes a la editorial han cambiado radicalmente de discurso. Y me refiero a Julián Clemente, con todo el cariño.
De repente, la grapa pasaba a ser ese formato residual, simpático, de culto, que pagaban señores con prisas porque no podían esperar al tomo, inmensamente más barato. "Ay, qué friki eres ¿eh? ¿Quieres enterarte antes que nadie porque no puedes de la emoción? Págala más cara".
Y esto, señores y señores, es pura posverdad. Es lo que nos están vendiendo desde hace tiempo para justificar las salvajes subidas de precio de Panini en un formato que era popular y ya no lo es.
Solamente meses atrás de la subida exagerada de 2019, podías escuchar a Clemente hablando en algún que otro podcast diciendo cosas como que la grapa estaba para que tú llegaras a tu librería y te llevaras (sic) tus 30 o 25 grapas todos los meses.
Meses después, el aficionado, que en España era de base popular, y que se quejaba de las subidas de precio, pasaba a ser un quejica que no sabía elegir. De repente el discurso es: "es que, claro, hombre, tú quieres 20 o 25 grapas y eso no puede ser, es que tienes que elegir".
¿Era la grapa más cara que el tomo en precios/página? Depende. Yo he hecho la cuenta y según el tomo y según la grapa, salía incluso más a cuenta la grapa. Hablo de precios presablazo, claro.
Pero es que el tema no está ahí. El tema de que la grapa fuera un formato popular no está en que fuera, en proporción, más barato que un tomo, incluso aunque esto pudiera ocurrir.
Que la grapa fuera un producto popular estaba en que se vendía a precios que podían pagar, de golpe y sin sablarse, las clases populares.
Si ya tres grapas valen 14 euros, evidentemente la grapa no es un formato popular. Ahora.
La grapa también era un formato popular en EEUU, por mucho que nos quieran vender esa historia del friki impaciente. Eran productos para niños que pagaban en fascículos.
¿Cómo dejar de confundir a la gente con este discurso contradictorio?
Para empezar, diciendo toda la verdad. Para decir toda la verdad y nada más que la verdad, hay que decir:
-Que la grapa era un producto popular y ya no lo es.
-Que no lo es, en Panini y en España, desde 2019, por las subidas de precio específicamente, y no por el cuento del friki impaciente.
-Que la grapa como formato popular no es un recuerdo lejano de los kioscos, algo que he visto también vender bien en Panini: "ah, pero eso de que la grapa era popular es de los nostálgicos, hombre, eso es de cuando había kioscos". Eso no es verdad. Mucho después de acabarse los kioscos, y en concreto hasta 2019, podías comprar grapas de Panini a precios populares. Una grapa de 24 páginas a 2,25 € era un producto popular. Una grapa de 24 páginas a 3€ no es un producto popular.
Para saber eso ¿Sabéis lo que hay que ser? Os lo digo yo: pobre
Y por último, lo que me parece salir por la tangente -en relación con este debate, nada digo como hecho objetivo-
es tirar de calculadora de céntimos de euro por página, diciendo que la grapa en realidad siempre fue cara.
Dicho con el máximo respeto por todos los trabajadores y el editor en la cabeza, pero, por favor, a los que ya tenemos tacos de almanaque, no nos vendáis la moto. Eso a la muchachada.