El asesino o "dispara, coño ya".
Le tenía ganas, y aunque no me ha disgustado, sí que me ha dejado bastante frío. Poca cosa para los nombres involucrados.
Soy un enamorado de la voz en off. Si está bien implementada, no me sobra. Es literaria, y aunque este sea un medio eminentemente visual, me gustan esos largos monólogos que aportan trasfondo al personaje. Seré así de simplón.
Me gusta (mucho) Cadena Perpetua.
Me gusta (mucho) Entrevista con el vampiro.
Me gusta (mucho) El club de la lucha.
Todas tienen en común, además de una calidad más o menos indiscutida, que son hijas de su década, los noventa, y que además, cuentan con una fantástica voz en off de Red, Louis y Tyler.
Pero aquí, sinceramente, creo que Fincher se ha pasado un poquito con el discurso nihilista de su personaje y Fassbender acaba metiendo una turra, especialmente en los primeros 25 minutos, que te hace desear contratar sus servicios para ti mismo.
Todos hemos tenido quince años y nos hemos sentido fascinados con ese "give a fuck" del outsider que pasa de todo, que está al margen de la sociedad, que es diferente. El personaje de Tyler Durden va en buena parte por ahí, y efectivamente, tiene una sobredosis de masculinidad tóxica y discurso nihilista para quinceañeros bastante importante, pero al menos allí, importaba el cómo y el qué, había kilos de carisma, y las líneas, cabe mencionar, eran mucho, mucho más agudas e inteligentes, en gran parte gracias a Chuck Palahniuk, claro.
Si al menos la trama de venganza en sí o sus objetivos dieran mejores momentos... pero es que es todo bastante simple y poco saciante (esa Tilda Swinton...). Todo me parece ya visto muchas veces, elevado por la dirección de Fincher, sí, pero... de andar por casa.
Este asesino de verborrea mental, que no controla su esfínter filosófico, acaba haciéndose demasiado pesado para un oficio en el que, dar tantas vueltas a algo, definitivamente, no es nada bueno.