Leído el
tomo 5.
Este tomo tiene dos partes claramente diferenciadas, y que lo dividen por la mitad.
La primera parte, corresponde al acto final de todo lo que se desarrolló en Alemania en torno a al vampiro de Baviera, y al intento de Johan de aislarlo completamente de la sociedad para ocupar su poder. Estaba claro que el intento de asesinato de Tenma no iba a llegar a nada, pero no me ha quedado claro por qué Johan decide en el ultimo momento no matar al señor Schuwald mediante Roberto, sino mediante un incendio.
Nina y Tenma se siguen cruzando pero no coincidiendo, y ya está empezando a ponerme nervioso, ya que ambos buscan lo mismo y no termino de entender por qué no actúan juntos. Y todo esto para saber que la madre de Johan sigue viva en Praga.
Que digo yo, que qué más nos da eso, si Tenma ha tenido a Johan delante y no ha sido capaz de acabar con él.
Muy majas las páginas a color del cuento, eso si, a parte de saber de dónde ha sacado Johan su nombre, ¿va a servir para algo más?
La segunda parte cambiamos de protagonista. Conocemos a Grimmer, y no puede sino caerte bien de primeras y pensar que no va a acabar vivo el tomo, vistos los antecedentes. Y hay un momento en que así lo parece.
En esta segunda parte, Tenma es un mero invitado, con algo mas de protagonismo en el tren, pero que se centra en las investigaciones de Grimmer sobre el orfanato Kinderheim 511, en el que se crio Johan. Investigaciones que parecen ser porque patata.
No me ha gustado que con la cantidad de personajes que nos han presentado hasta el momento, este salga de la nada y tome el protagonismo absoluto, pero como he dicho antes, se le coge cariño pronto.
La parte en que Pedrov, el ex-director del orfanato 511 se ha montado un orfanato ilegal para ver si se puede criar a niños con amor me ha parecido un soberana estupidez. No me creo que ningún padre del mundo pueda plantearse otra base para criar a un hijo.
Y a partir de ahora me cortaré las uñas con mucho más cuidado. ¡Qué mal rato he pasado con la manicura!
Sigo sin poder distinguir si Urasawa usa los márgenes en negro en determinadas páginas por algún motivo en concreto, o es meramente artístico según le da.
De momento, hemos atravesado la mitad de la serie, y contento con lo leído. A ver cómo cierra, que con Urasawa siempre voy con miedo con sus finales.