Leído: Predicador #66
Buen cierre.
O eso creo.
Jesse resucitado gracias al trato de Cass con Dios, y sin parche, en brazos de Tulip a caballo.
Cass resucitado y con intención de reformarse.
Dios, como Nietzsche manda, muerto.
Y el Santo de los Asesinos en el trono del señor.
Vamos lo que nos dijeron que iba a pasar hace unos números. Nada sorprendente, a parte de que le faltaban páginas, y ha tenido que tirar de misivas para poder contar todo lo que quería y dejar espacio para las dobles splash-pages del final del vaquero con su chica yendo a caballo hacia el ocaso.
Un final feliz que se llama.
Y sin embargo, no me quito de encima la idea de que Jesse no ha conseguido nada de Dios, que era el motor de la serie en el inicio, y que la trama del Grial solo ha servido, a partir del Gran Cañón, para aderezar el viaje, pero que si leyeras las serie sin leer sus apariciones posteriores a ese punto, la historia sería la misma. Más aburrida, pero la misma al fin y al cabo. Y lo mismo con Caraculo.