Siento la tardanza, me ha costado ponerme:
The Stringbags, de Garth Ennis y PJ HoldenThe Stringbags, de Garth Ennis y PJ Holden
“Más fácil decirlo que hacerlo.”
The Stringbags es un cómic publicado en formato novela gráfica en junio de 2020 por el sello Dead Reckoning, que forma parte de la editorial Naval Institute Press, que pertenece al U.S. Naval Institute (Annapolis, Maryland). Sus autores son Garth Ennis (guionista) y PJ Holden (dibujante), que se basaron en historias y hechos reales para dar forma a esta obra. Actualmente, la obra está editada por IDW Publishing.
En la Segunda Guerra Mundial, tiempo de letales adelantos tecnológicos, desde la Royal Navy, unos escuadrones de heroicos pilotos hicieron lo imposible una y otra vez a bordo de aviones de otra era, los Swordfish. Sólo con su pericia y la inesperada ventaja que les daba pilotar máquinas demasiado lentas para la maquinaria enemiga, se arrojaron a la muerte más segura en múltiples misiones vitales para la victoria aliada.
Garth Ennis es un guionista que se ha prodigado muchísimo en el mundo del cómic, siendo realmente popular su faceta como escritor gamberro y enturbiador del género superheroico. Pero el guionista norirlandés también tiene otra cara muy distinta y que ha explotado continuamente para regocijo de los lectores que buscan tebeos de calidad. Me refiero, por supuesto, al Garth Ennis bélico, que, como amante y erudito conocedor de los conflictos militares modernos, ha sabido escribir múltiples series ambientadas en las distintas guerras, siempre desde el rigor y el respeto.
The Stringbags viene a ser un nuevo cómic que podríamos meter sin problemas en esta categoría de Ennis escribiendo género bélico. Además, este cómic todavía tiene más relación si cabe con el rigor y el respeto, ya que la publicación ha sido cosa del Instituto Naval Estadounidense, por lo que la cosa se pone seria.
Pero que nadie se alarme, esto no es un mero documental, sino un cómic de guerra que pretende arrojar luz sobre un fragmento menos conocido de la Segunda Guerra Mundial, pero que contiene material de ese con el que se forjan muchas leyendas.
Y no es para menos, puesto que The Stringbags es la historia de una parte muy especial de la aviación de la Royal Navy; los Swordfish. Unos biplanos terriblemente anticuados que estaban a años luz de la tecnología de la época. Para que sirva de referencia, no tenía cabina cerrada (con un consiguiente frío enorme para los tripulantes), su armamento era casi ridículo, y su velocidad estaba en torno a una cuarta parte de la de los cazas enemigos.
¿Quién arriesgaría su vida a bordo de unos aviones tan precarios? Pues escuadras de pilotos valientes y entregados, que demostraron en distintas ocasiones por qué los Swordfish iban a ser una leyenda en la guerra. Haciendo cualquier tarea, o portando cualquier tipo de carga según la misión (por esto se llaman Stringbags, ya que es el nombre de las bolsas de la compra de la época), los Swordfish probaron que su capacidad de otra era les permitía hacer lo que se antojaría imposible. Eran tan lentos, que los cazas enemigos les sobrepasaban antes de poder apuntarles, o los globos barrera no llegaban a destrozar sus alas por no llevar la suficiente inercia.
Con esta ridícula ventaja, los escuadrones de Swordfish se lanzaban una y otra vez contra el enemigo para conseguir victorias vitales. Por evidentes motivos narrativos, Ennis elige una tripulación de tres (piloto, navegador y artillero) como trío protagonista que veremos a lo largo de todo el cómic. Este triunvirato es ficticio, pero las hazañas que presencian o que realizan son reales y tuvieron lugar, así como las misiones. Y también son tres las historias que componen la obra. Bien diferenciadas entre sí, pero con un desarrollo progresivo entre ellas, nos mostrarán tres misiones reales y esenciales llevadas a cabo por los Swordfish: el ataque al puerto de Tarento, la ofensiva al buque de guerra nazi Bismarck y la “Carrera del Canal”.
No voy a ocultarlo, no conocía ninguno de estos sucesos, como para conocer siquiera la existencia de los Swordfish, y ahí creo que reside una de las principales virtudes de la obra, su carácter testimonial, que otorga un merecido reconocimiento de héroes a los que participaron en estas misiones. Me gusta especialmente cómo Ennis se permite, a través de unos personajes ficticios, mostrar los horrores de la guerra y cómo los actos que se veían obligados a llevar a cabo, nublaban la conciencia de aquellos que se ponían en la piel de las víctimas, aunque fueran del bando contrario.
La obra se desarrolla con un ritmo y un tono muy uniforme y constante, sin altibajos, manteniéndose sobria y seria la mayor parte del tiempo. Se nos permite conocer los hechos de manera muy detalla, aunque los que no conocemos demasiado los entresijos del conflicto nos perderemos ciertos detalles de las explicaciones, aunque esto no le resta en ningún momento a la capacidad de disfrutar de la obra. La lectura transcurre de una forma muy llevadera y amena, decía anteriormente que no estábamos ante un mero documento en forma de cómic, y así es, puesto que al final son aventuras militares y los creadores tratan de insuflarle emoción, sentimiento y épica.
Pero aquí viene el punto en el que no me ha terminado de funcionar la obra. Es un buen cómic, se disfruta de la lectura, pero hay ciertas cosas que me fallan.
Lo primero son los personajes. Se me han quedado demasiado planos, casi estereotípicos con alguna modificación, y no he logrado desarrollar empatía por ellos más allá de un par de momentos. Creo que es algo fundamental en una obra de este género que se genere cierta preocupación o cariño por los actores que van a participar en ella, y como digo, salvo en ocasiones contadas, no he logrado sentir, y cuando lo he hecho tampoco ha tenido toda la fuerza.
Lo segundo vendría precisamente a colación de lo que acabo de decir. Me falta algo de emoción y de sentimiento en la historia, necesito tensión, dudas, fuerza.
Por último, la epicidad. Estamos ante una historia en la que reliquias del pasado logran lo imposible en varias ocasiones. David contra Goliat aplastando a los nazis. Eso en mi cabeza tiene que regalarme momentazos, y aunque tiene buenos momentos con un peso considerable, no ha llegado a lo que yo esperaba.
Así que mi valoración general de la obra es un tanto agridulce. No porque sea un mal cómic, en absoluto, creo que estamos ante un tebeo con solidez, que no creo que vaya a disgustar a nadie, sino porque esperaba un más de él, más agarre emocional y más fuerza. Las opiniones que me habían llegado eran muy positivas y por eso se me ha quedado un poco corta, además que yo espero mucho del Ennis bélico. No quiero que nadie se equivoque, es un cómic muy ameno y que nos narra unas historias que merece la pena conocer, y la ejecución es muy correcta, pero con el material de partida, quería algo más.
En definitiva, The Stringbags es un cómic que he disfrutado, pero que creo que tenía un potencial mayor. Una lectura interesante y divertida que no dejo de recomendar, pero que quizá recomendaría no acecarse a ella a ciegas, a no ser que se sea un amante del género bélico o de Ennis. Como digo, es un buen e interesante cómic, pero que a mí personalmente, me ha decepcionado un poco.
Apartado GráficoEl dibujante de The Stringbags es PJ Holden, que ya había trabajado con Ennis anteriormente y que ha desarrollado gran parte de su carrera en la editorial británica 2000AD. Su estilo es esquemático y un poco sucio, pero es una gozada ver cómo dibuja las escenas de batallas, los aviones, los barcos o las ambientaciones. Se desmarca de esa tendencia que parece extenderse entre algunos dibujantes de cómic bélico e histórico, que emplean referencias digitales para construir por ejemplo sus aviones, poniendo mucha personalidad y vida en todo lo que dibuja. Si que es cierto, que a nivel personal no me termina de gustar cómo dibuja a los personajes, especialmente los rostros, que se me antojan un pelín estandarizados y a veces demasiado caricaturizados, pero esto es una nota meramente subjetiva, porque si hablamos de resultado general, estamos ante un dibujo muy bueno, y que también sabe moverse por el terreno de la narrativa gráfica excepto en algún momento puntual.
Por supuesto, una parte importante del mérito gráfico de The Stringbags ha de ir para los colores de Kelly Fitzpatrick, que realiza un trabajo muy sensible y soberbio en absolutamente todas las páginas, consiguiendo una atmósfera que realmente nos mete en la historia y nos hace pasar frío en medio de esos combates aéreos sobre gélidos mares.
EdicionesPara leer The Stringbags, se puede recurrir a la versión americana, publicada por IDW Publishing en formato Deluxe Hard Cover (tapa dura y tamaño superior al estándar, alrededor de 28,2 x 18,5 cm). Pero si lo que queremos es la obra en castellano, Aleta Ediciones (actualemente dentro de Editorial Sargantana), ha estado al quite para traernos esta obra.
La edición de Aleta Ediciones es de alta calidad, con una encuadernación en cartoné, y ese tamaño superior al estándar que tenía la versión americana y que nos permite disfrutar mejor del arte. El papel es poroso y de gran gramaje, y junto con el cómic en sí, que está muy bien editado, con un índice de contenidos (detalle que no suelen tener las editoriales), también se incluye un texto a modo de epílogo, firmado por el propio Ennis, en el que habla de cuánto hay de ficción y realidad en la obra. También tenemos una página con unas breves biografías de todos los creadores involucrados.
El precio de la edición de Aleta es de 25,90€ por 192 páginas. Quizá el precio esté un poco por encima de un ratio estándar, pero también hay que tener en cuenta que tenemos un tamaño superior al habitual y que la edición es de mucha calidad. El tomo es muy robusto y en general cómodo, aunque es cierto que al principio notaba cierta rigidez en la encuadernación, pero que fue desapareciendo conforme lo leía, así que estamos ante una muy buena edición.