Iron Man: tomo 5 (pendiente) (1973-1975) Reseña en la web de Universo Marvel:
https://www.universomarvel.com/resenas-iron-man-tomo-5-pendiente-1973-1975/Esta reseña corresponde a lo que podría ser el hipotético quinto Omnigold de Iron Man, teniendo en cuenta que podría incluir por entero los Marvel Masterworks 9 y 10.
Los números USA incluidos son: Iron Man 54-81.
Tras la pobre etapa reseñada en lo que correspondería a un cuarto tomo recopilatorio de la colección de Iron Man, el quinto empieza con la misma tónica.
Mike Friedrich y George Tuska siguen siendo el equipo creativo, que se mantendrá durante la mayor parte de este hipotético volumen.
Empezamos con una primera historia con Namor como invitado, cuyo único interés se centra en la primera aparición de la que pronto sería la superheroína llamada Dragón Lunar. En esta primera aparición, pese a vestir ya con su traje clásico, actúa bajo el nombre de Madame Maligna ejerciendo, por supuesto, de supervillana. La historia no tiene nada.
Y si de presentaciones hablamos, el siguiente número es lo más de lo más. Desde luego es el número más destacado de todo este recopilatorio de Iron Man, y creo que no sólo por su importancia histórica.
Estamos ante un claro alto en el camino, un inciso en la línea marcada por el equipo estable. Jim Starlin, quizás en su primer trabajo como autor completo para Marvel, argumenta y dibuja esta historia de clara tendencia cósmica en la que, de una tirada, nos presenta por primera vez ni más ni menos que a cinco personajes indispensables para el futuro de la Marvel cósmica: Drax, Thanos, Mentor, Eros y Kronos. También hacen su primera aparición los Hermanos de Sangre, villanos gemelos de mucha menor relevancia.
Mucha épica en esta primera historia de Starlin, en la que hay que recalcar que los diálogos corren a cargo del propio Mike Friedrich, y sensación de un inmenso campo por explorar. De alguna forma, en un solo número, Starlin sienta las bases de una línea cósmica que tendrá continuidad durante décadas.
Starlin sigue un número más pero sólo en la parte gráfica, volviendo tras él, George Tuska. Un Starlin muy verde a los lápices, todo sea dicho. Mientras que la parte escrita ofrece otra novedad en la figura de Steve Gerber, que dispondrá de una breve estancia en la serie.
El primer número de Gerber también va por libre, y tampoco ofrece nada resaltable. Tenemos la aparición de un gigante de piedra llamado Fangor, y a Rasputín, un tipo que cree poseer poderes.
El siguiente arco ya enlaza con el regreso de Mike Friedrich a los guiones.
El Mandarín instiga una revuelta entre los trabajadores de Stark Industries, en una línea argumental un tanto infantil. El villano demuestra por sorpresa unas habilidades físicas capaces de destrozar la armadura de nuestro héroe con un golpe de kárate. Por no hablar de la interminable explicación de cómo recuperó sus anillos, y de paso una especie de diadema mágica con la que es capaz de controlar mentalmente a otros individuos. En este caso al Unicornio, el villano, a quien el Mandarín proclama como su undécimo anillo. En fin.
Al mismo tiempo, Pepper vuelve como secretaria de Tony, de golpe y porrazo. Mientras que el propio Tony ve como su corazón se cura milagrosamente y ya no necesita de su placa pectoral para sobrevivir. Bastante insípido y sobrecargado todo, pese al esfuerzo de Gerber.
Los números que siguen, ya con el tándem Friedrich-Tuska a horario completo, son de lo más pobre. Argumentos simplones y diálogos en piloto automático
Primero tenemos el regreso de Tizón que, en plena locura, quiere aniquilar a Iron Man, y casi se carga a su hermana Roxanne Gilbert.
Luego viene el Merodeador, que pide un rescate por una lanzadora, y Látigo, que también se suma a la obsesión por acabar con Iron Man.
Tampoco la parte relativa a los personajes secundarios se salva, cayendo demasiado a menudo en el culebrón barato. De la nada surge una crisis entre Happy y Pepper, con el primero comportándose como un patán posesivo y celoso. Hasta el punto de intentar dañar a Tony desvelando su identidad como Iron Man a Pepper. Relevación totalmente anticlimática, por cierto.
Marianne Rodgers termina en un sanatorio, mientras que Tony, por su parte, le tira los tejos a Roxie Gilbert.
El arco con Dr. Espectro como contrincante es un intento de Friedrich de hacer algo de mayor envergadura, pero para mí se queda en la mediocridad, siendo generosos.
De entrada, el diálogo entre el Dr. Espectro y su prisma de poder resulta delirante por momentos. Y ya con la conexión entre el prisma y los Skrull, y el cúmulo de sorpresas finales, se confirma. Mucha batalla e intentos de darle emotividad, pero todo muy falto de sustancia.
Sigue una nueva, y lamentable, aparición del Freak, pero esta vez bajo la identidad de Eddie March, el fan boxeador de Iron Man. Para dar paso a una nueva saga cuya ambición sobrepasa en mucho a la anterior.
Friedrich se pone grandilocuente, el Lama Negro y otras historias.El escenario es Vietnam y de nuevo estamos ante una extensa saga con multitud de giros y personajes. Empezamos con Roxanne Gilbert, en busca del hermano de Eddie March, y el mutante Fuego Solar como piezas de la trama. Para seguir, de nuevo, con el Mandarín, que no parece tener claro si su enemigo es Iron Man o su rival oriental, Garra Amarilla. La batalla entre los dos villanos asiáticos da paso a un enfrentamiento del superhéroe protagonista al propio Garra Amarilla, sumándose a la fiesta también el gigante Último y el Lama Negro. Cabe resaltar la aparición de este último, que sirve de inicio para otra larga saga, precisamente la que finalizará el presente recopilatorio.
Mucha acción, pero ingenuidad y diálogos demasiado infantiles a estas alturas de la película. Un puzzle con multitud de piezas que no pasa de correcto en algunas fases.
Por si fuera poco, a media saga Friedrich se inventa una excusa gratuita para que Stark incorpore una nariz a su casco. Nariz que afeará, para mi gusto, la armadura de Iron Man durante una buena temporada.
Siguen dos flojos relatos antes de que Mike Friedrich se tome otro puntual descanso.
Una endeble historia en la que Iron Man, aburrido, decide presentarse a un salón de fans de superhéroes, de nuevo con el Lama Negro dando otra muestra de sus enigmáticas intenciones. Y otra insulsa trama con el regreso de una Dínamo Carmesí con ganas de venganza.
Bill Mantlo se hace cargo de un único número que está bastante bien. Un claro relato de relleno en la que Tony recuerda uno de sus pasos por la guerra de Vietnam vestido con la armadura. Cruda, dramática y aleccionadora historia.
Ya de nuevo con Mike Friedrich, otro relato de relleno con un aire más lúgubre, que tampoco está mal como historia independiente, fuera del hilo de la serie.
La vuelta a la normalidad argumental trae consigo un nuevo cambio en el equipo artístico. George Tuska es sustituido por Arvell Jones primero y Chic Stone después. El trabajo de Tuska no era ninguna maravilla, desde luego, pero la llegada de Jones creo que ve perjudicada la parte gráfica por lo menos en cuanto al acabado. El dibujo de Arvell Jones es muy poco estético, si bien es cierto que como narrador gráfico cumple sobradamente.
De esta forma llegamos a la línea argumental final de este material recopilado, la saga del Lama Negro. Saga que, en parte, ya había empezado hace bastantes números, que aquí finalmente pone hilo a la aguja a todo lo que concierne al misterioso personaje.
Tras el enfrentamiento entre el Mandarín y Garra Amarilla, motivado por el Lama Negro hace unos cuantos episodios, el enigmático ser intenta hacer lo propio con algunos de los principales villanos del universo. La ofrenda es el Globo Dorado, un objeto supuestamente capaz de otorgar grandes poderes al afortunado que lo gane.
Finalmente son un puñado de villanos los que se ven envueltos en el juego. MODOK, el Pensador Loco, Tizón y el propio Garra Amarilla. Algo así como una fase final del torneo en la que el ganador se hará con el premio. Y Iron Man en medio de todo. Un poco un argumento de patio de colegio, la verdad, y la parte escrita es densa y fatigosa. Pero no se puede negar que una batalla entre villanos manipulados como marionetas es un concepto seductor. Además del aliciente que supone la intriga por conocer cuál es secreto que se oculta tras el plan del Lama Negro.
Pero tanto misterio para que todo termine en una historia de reinos, princesas y revueltas en una dimensión alternativa.
Para mi gusto una buena empanada mental. Entiendo que pueda ser entretenida, pero de tan disparatada y candorosa que es, no pasa de gris. Por momentos me parece estar ante en Steve Englehart más chiflado e irracional.
Conclusión.La colección sigue bajo mínimos en este hipotético quinto tomo.
Quizás no llega a los bajos niveles del anterior, pero no pasa de un par de números interesantes y un par de sagas que apenas rayan lo aceptable. Y, por supuesto, el número de Jim Starlin, que sobresale fácilmente por encima de todo el conjunto.
El resto es bastante olvidable. Y la parte gráfica, desde luego, no salva la papeleta en ningún momento.