¡Ese Querubo! Ya te iba a reñir por abandonar tus análisis justo en la última semana
Releído Y, el último nombre #60 / FIN.He releído el número 60, con el guion delante (que viene como extra en el quinto tomo de ECC). Pensé que se me podrían haber pasado varios detalles, pero realmente es un número bastante transparente; que apela al corazón del lector mucho antes que a su intelecto. La trama principal de la serie quedó resuelta en el #59, y este último capítulo funciona mucho más como epílogo que como conclusión. El hecho de que esté ambientado 60 años después (pese a que hay continuos saltos narrativos al pasado) es bastante esclarecedor respecto a su condición de "número isla" respecto al resto de la serie.
¿Qué nos muestra aquí Vaughan? Vemos que un joven Yorick (poco después nos enteramos de que es un clon) visita a nuestro Yorick, ya anciano, y entablan una conversación muy interesante. Podremos ver, también, cómo ha evolucionado el mundo en las décadas posteriores al periplo de nuestros protagonistas. Sin embargo, lo más llamativo es ver, a través de los recuerdos del Yorick anciano, distintos momentos que el último hombre compartió con las que fueron sus inseparables compañeras.
Voy a hacer un análisis del capítulo un poco largo, pero sin afán completista; simplemente compartiré impresiones de aspectos y momentos concretos (manteniendo el orden narrativo del número).
1)
El mundo del futuro está poblado por clones. La forma que tuvo la raza humana de perpetuarse fue clonar individuos a partir de las muestras y las investigaciones de la Dra. Mann. Durante muchos años, solo fue posible clonar mujeres (el viejo Yorick dice: "Les llevó su tiempo", y su clon le responde: "¿Se refiere a empezar a hacer otros tíos? Bueno, al parecer tuvieron problemas con el cromosoma Y"). De hecho, se supone que este clon de Yorick pertenece a la primera hornada de clones-hombres, que lleva poco tiempo en el mundo exterior (tras crearlos, los mantuvieron en cuarentena por miedo a que murieran por "el residuo" que mató al resto de los hombres). Una de las claves que nos ratifica que éste es un mundo exclusivo de mujeres está en la antepenúltima y penúltima páginas de este número, que Vaughan dedica a seis viñetas mudas en las que muestra escenas de la vida cotidiana: todas ellas están pobladas exclusivamente por mujeres. Es más, la tercera viñeta, en la que aparece una mujer junto a dos niñas rubias, aparece descrita en el guion como: "Una MUJER camina de la mano con dos JOVENCITAS (clones de ella misma, naturalmente)". (En el guion, la escena transcurría en la calle, pero en la ejecución final la trasladaron al interior de un autobús).
En este mundo, los únicos hombres vivos son (que sepamos) Yorick y Vladimir (el hijo de la astronauta), pero a partir de ahora debería cambiar el escenario, pues han logrado clonar también a hombres a partir de muestras de Yorick (y no son todos el mismo tipo de hombre: cuando el Yorick viejo le pregunta al clon si sus hermanos son como él, el clon le contesta: "¿Se refiere a genéticamente? No, finalmente lograron crear nuevas variantes el año pasado").
2)
El París del año 2067. La única doble
splash page (ilustración a doble página) de toda la serie la encontramos en las pp. 5 y 6 del último número, y sirve para ilustrar cómo será el mundo dentro de 60 años. Cito directamente del guion: "En lugar de elevados rascacielos fálicos, ahora la ciudad tiene varios edificios esféricos con grandes agujeros en el centro. Estos altos edificios que se elevan hacia el cielo sugieren claramente una ingeniería civil más vaginal". La verdad es que no me había fijado en las connotaciones de estos edificios diseminados por la imagen hasta que leí ese comentario del guion. Querubo, ¿será verdad que los rascacielos tienen esa estructura fálica porque los grandes arquitectos siempre han sido hombres?
Por cierto, el coche volador más bien parece una avionetilla; Vaughan pretende que solo con verlo nos demos cuenta de que es el futuro, pero el diseño no ha sido muy lúcido, en mi opinión.
3) Hero, Beth (I y II), la rusa, la astronauta y los dos cachorros (Beth III y Vlad). Pues sí que tenían su función en este último número. Lo de que Hero y la Beth original sean pareja es un giro desconcertante. Vale que en un mundo de mujeres aumente el índice de relaciones homosexuales, pero, joder... lo de liarte con tu cuñada es un tabú con independencia de la orientación sexual de los amantes, ¿no? Respecto a Beth II, con quien Yorick se enrolló en aquella iglesia, sabemos que crio bien a su hija (Beth III), y que ésta llegó a ser la presidenta de Francia. Confiesa que, desde pequeña, supo que sus padres se mantuvieron juntos por ella, pero que su padre (Yorick) en realidad estaba enamorado de otra persona (aun estando muerta, que es el caso de 355). Por su parte, la astronauta (Ciba Weber) murió hace años, y su hijo, Vlad, es el nuevo zar de Rusia. Beth III cree que puede influir en él a través de la rusa (Natalya), que cuidó de ambos cuando eran unos cachorrillos. Respecto a la pág. 9, viñeta 4, dice el guion: "Beth (III) está en primer plano de esta toma en contrapicado, y en la pared que tiene tras ella podemos ver un ENORME RETRATO ENMARCADO de una joven Beth II (con esa cicatriz distintiva sobre su nariz) sosteniendo a su NIÑITA,
uno de los últimos nacimientos 'convencionales' de los últimos 60 años". Entiendo que el otro nacimiento convencional fue Vlad, y paramos de contar...
4)
Yorick anciano tiene una personalidad muy distinta a la del joven alocado que conocimos durante el transcurso de la serie. No sé si os ha pasado a alguno más, pero yo siempre he visto a Yorick como una especie de Fry (de Futurama): un tipo simpático, ocurrente, divertido... pero un pringao, al fin y al cabo. El Yorick anciano, en cambio, está de vuelta de todo, es hosco, cínico y un punto desagradable. Normal: no solo es producto de la maduración natural (que ya vimos durante los cinco años aprox. que dura la serie), sino también fruto de las experiencias traumáticas que le han ido marcando (con la muerte de 355 en primer lugar). Este Yorick anciano es descrito así en la página 13 del guion, cuando hace su primera aparición: "Un ANCIANO DE 87 AÑOS sentado en una silla en el centro de una sala. Lleva una CAMISA DE FUERZA. Este es, claro está, nuestro Yorick Brown, que parece una versión más vieja, más calva y más desaliñada de su propio abuelo (al que conocimos brevemente en un flashback al principio de
Palabra de seguridad)". Esto me recuerda que aquella frase premonitoria que le dedicó el abuelo a Yorick (algo así como "algún día sabrás lo que es vivir tú solo rodeado de mujeres") al final no ha tenido ninguna trascendencia en la trama, y que el comentario de Vaughan en aquel guion (cuando decía "El abuelo es clavado a Yorick dentro de unos años... ups, ¿he hablado demasiado?) era completamente capcioso.
5)
La Dra. Mann y Rose. Aunque Yorick no llega a tiempo de despedirse de Allison (Dra. Mann) en su flashback, sabemos que ésta fue de las pocas que tuvo un final feliz: vivió con su pareja, Rose, y desarrolló exitosamente sus investigaciones. Los clones que su padre hizo de ella ahora son mujercitas hechas y derechas, también dedicadas a la ciencia, y han recogido e impulsado su legado. Rose ofrece a Yorick la posibilidad de clonar a 355 a partir de unas muestras de pelo, pero Yorick rechaza de plano la idea.
6)
Ampersand. Uffff. Para mí, sin lugar a dudas, la escena más emotiva no ya de este número, sino de toda la serie. La secuencia está perfectamente planificada y ejecutada: el viaje por la nieve hasta la tumba de 355 (en cuya inscripción aparece la evocadora palabra "PAZ"), un Yorick envejecido llevando a Ampersand en brazos como si fuese su bebé, el mono visiblemente enfermo en su recta final (pero con una mirada serena y cálida que conmueve)... Vaughan evita la vulgaridad en la que podría haber caído este momento, y crea un clima de conexión y despedida entre Yorick y Ampersand realmente bonito. En todo caso, al margen de lo bien escrito que está este flashback, tengo que contaros que hace un mes mi mujer y yo tuvimos que sacrificar a nuestra gata, de 16 años, que estaba en fase terminal por una enfermedad crónica del riñón. Lo pasamos muy, muy mal; estuvimos junto a ella mientras le ponían la inyección y se fue apagando en nuestros brazos. Os podéis imaginar lo que me he acordado de ella leyendo esta parte de la muerte de Ampersand
Vaughan escribe en el guion: "Yorick lleva en brazos a un AMPERSAND de unos cuarenta y pico años, que está claramente canoso y frágil (los capuchinos no suelen vivir más allá de los 45)". (No sabía que los monos podían vivir tanto; ahí queda el dato). Luego, continúa: "Yorick intenta en vano darle una uva a su amigo enfermo [...] Ampersand muerde a regañadientes la uva púrpura [...] Amp empieza a sacar espumarajos por la boca". El vello de punta, al menos en mi caso. Me gusta que no cargue las tintas con recursos baratos ni caiga en el porno emocional, creo que está contado con elegancia, mesura y contención. Por cierto, todos mis elogios para Pia Guerra por lo bien que ha sabido dibujar a Ampersand, transmitiendo justo las emociones que pedía el guion. En la página 33, viñeta 4, el guion dice: "Nos centramos en Ampersand, mientras levanta la mirada con unos ojos que parecen pesarosos, incluso cariñosos". Y el dibujo la verdad es que no puede transmitir mejor esas emociones. Por cierto, Yorick en este flashback tiene 60 años... ¿os habéis fijado en la bufanda verde que lleva al cuello? Sí, todavía la conserva. Qué bien medido está cada elemento de esta escena, cojones
7)
El último flashback, en el que Yorick, Ampersand, 355 y Allison merodean alrededor de un avión siniestrado me ha sabido a poco (sobre todo después de la intensidad del momento Ampersand). Para ser la última vez que vemos a Yorick y 355 juntos en toda la serie, creo que Vaughan podría haber escrito unos diálogos más inspirados (oye, que a lo mejor se me escapa algo importante de su conversación, pero en principio diría que esta escena solo está pensada para que disfrutemos de un último momento de cotidianeidad cómplice entre la no-parejita; el problema es que no me transmite nada especial, pese a que intenta ganarse al lector con la coña de los cacahuetes o la de la carta de la reina de corazones).
8)
La huida de Yorick anciano de su "asilo". El final es agridulce: Yorick recupera su ansiada libertad, pero lo hemos visto padecer mucho por el camino. Me gusta que Vaughan evite tanto los finales felices forzados como los finales melodramáticos pasados de rosca; el autor da una de cal y otra de arena, y creo que el cómic se beneficia de ello.
Y creo que esto es todo lo que tenía que comentar del #60. La verdad es que este último número es muy bueno, aunque coincido con Torralba (ver artículo citado en mi anterior mensaje) en la siguiente afirmación: "Hay una clara diferencia, a mi juicio, entre la calidad de lo que hemos leído del número dos al cincuenta y nueve y el valor de lo que vemos en el número sesenta; un valor que podría hacernos mirar –tramposamente– hacia atrás para hacernos creer que hemos consumido una obra mucho más importante de lo que en realidad ha resultado ser". Y es que, de la misma forma que un mal final puede arruinar el entusiasmo que estaba generando una buena película, novela, cómic... pasa igual a la inversa: el último tercio de la serie ha sido más bien flojito, pero este último número deja tan buen sabor de boca que te hace elevar la consideración de la serie en su conjunto.
Si tuviera que dar una nota a la serie, andaría en torno al 7. Vaughan aún estaba un poco verde en el terreno de la escritura de cómics, y se nota en varios defectos de principiante. Entre ellos, creo que abusa del
cliffhanger tontorrón (por ejemplo, ese número en el que parecía que Yorick se moría como el resto de hombres de la faz de la Tierra, sangrando por la boca y todo, para luego justificarlo con que se había comido una lata en mal estado...), que tiene una visión del apocalipsis algo limitada (no termina de explorar todas las posibilidades que ofrecía esta premisa narrativa) y que tiene poca inventiva a la hora de diseñar la estructura de sus páginas (casi siempre ha seguido el mismo patrón). Pero vaya, que logra salvar los muebles con creces, porque al final su "road comic" nos engancha y nos terminan importando casi todos los personajes, por lo que tan mal no lo habrá hecho. Sobre Pia Guerra, coincido con lo que hemos comentado otras veces: su dibujo es más bien funcional, sin alardes, aunque se percibe una notable mejoría desde los primeros números hasta los últimos.
Chicos, ha sido un placer compartir Club con vosotros, una vez más
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