Brightburn.
Dos palabritas: Supreme Power.
Si se quiere ver esta historia bien hecha, hay que leer el cómic de JMS.
Esto, pues bueno, pastiche de algo ya hecho, pero con nula credibilidad emocional en las relaciones humanas.
Una de dos: o muestras desde el inicio que el niño es un monstruo al que sus padres temen y que siempre han sabido extraño y aterrador, o la respuesta de los padres debe por fuerza ser menos expeditiva y visceral. El niño se vuelve un psicópata después de 12 años y se te enciende la bombilla, pero es que lleva doce añazos siendo TU HIJO. Ningún padre en su sano juicio se comportaría como estos, ni para bien ni para mal. Ni pegaría semejantes bandazos. Se podrían parecer un poco más a Ellen Burstyn en El exorcista.
Muy torpe.