He visto Todo parecía perfecto.
Me la vendieron como la Olvídate de mí española, pero la verdad es que la comparación, a pesar del parecido, solo sirve para seguir apreciando lo buenísima e incomparable que sigue resultando esta a día de hoy y probablemente para siempre.
La otra, interesantilla, con puntos a favor, pero lejos de cualquier grandeza. No siempre más es más. Aun así, bien.