Uff, para mí, ni de coña es Boyero el mejor crítico que hay en España. Jordi Costa o Javier Ocaña son ejemplos mucho más claros de rigor y profesionalidad entre la crítica actual. Boyero va tan pasado de vueltas que en cuanto una película le aburre un poco se sale de la sala de cine, algo muy lícito para un espectador al uso pero increíblemente desvergonzado para alguien que cobra por ver esas películas y luego hacer las críticas pertinentes. Boyero ha llegado a publicar críticas de películas que ha dejado a los 30 minutos. Profesionalidad cero.
De hecho Boyero en realidad no es un crítico, sino un opinador (él mismo lo reconoce). Nunca lo verás analizando el lenguaje cinematográfico de una película ni entrando a diseccionar la gramática de un director. Simplemente habla de lo que le emociona o le deja frío, de lo que le divierte o le aburre. Lo que pasa es que es un tipo culto, que ha leído y visto y escuchado mucho a lo largo de su vida, y ese bagaje le da cierta sensibilidad, aunque también le ancla en fórmulas clásicas y rara vez está dispuesto a ampliar sus horizontes con propuestas innovadoras. Todo lo que él tacha de "moderneces" le parecen tonterías, da igual que estemos hablando de visionarios como Lynch o de sangre rabiosamente fresca como Xavier Dolan; para él son todos impostores (excepto cuando firman propuestas clasiconas, como Lynch con El hombre elefante o Una historia verdadera).
En fin, a mí Boyero me cae bien y me divierte, y a veces es útil como fuente de recomendaciones, pero no me parece un buen crítico ni de lejos.