Es que tiene su cosa, sí.
Hay muchos jugadores que si se mueven son un puntazo (James, Rakitic, Kubo, Odegaard, imagina un Trincao o Pedri), pero que si se quedan a veces no rascan bola, son muchas variables. Con la cruz que le echó Zidane al colombiano, tenía que haber salido sí o sí, quedarse no interesaba a nadie (tema económico al margen).
Por esa misma razón he vendido a Rafinha y Rodrygo (buenas operaciones, por un pelín más de lo que me costaron y lo que marcaban), porque no lo veo claro y es imposible saber qué pasará con ellos ahora mismo. Pueden jugar cedidos (en el Celta el primero, o ser su año al fin el segundo) y hacer un temporadón, o quedarse en sus equipos a verlas venir jugando poquísimo. En esas, al no verlas claras, prefiero no arriesgarme con ellos.
Luego me arrepentiré.