He leído Die! Die! Die! Nº 1.
Robert Kirkman y Scott M. Gimple coescriben este thriller de acción que traslada al cómic la narrativa propia de las series de televisión actuales. El dibujo es obra de Chris Burnham con un trazo grueso y detallado que nos recuerda una mezcla de estilos a medio camino entre Geof Darrow y John McCrea, por mencionar algunos que me vienen a la mente. A mí me ha parecido una lectura muy divertida, algo bizarra y no apta para estómagos sensibles con mucha acción, sangre a raudales y una intrincada trama que implica intrigas políticas y conspiraciones al más alto nivel. Esta primera entrega incluye el primer arco argumental de la cabecera de Image Comics que se desarrolla en ocho trepidantes episodios, publicada por Planeta, aunque creo que esta editorial ha perdido los derechos en beneficio de ECC Comics, la cual ha empezado desde el principio, por lo que no sé si sus tomos coinciden en numeración o ha hecho una de las suyas.
La trama gira en torno a una camarilla secreta dentro del gobierno de Estados Unidos que trabaja al margen del sistema, la cual cuenta entre sus filas con asesinos muy diestros a quienes se les encomienda misiones para acabar con el mal que existe en el mundo. Un paradigma utópico que se lleva a cabo con altos índices de violencia y mucha sangre. Agentes a los que le gusta mucho su trabajo, disfrutan matando básicamente, dispuestos a matar objetivos tan dispares como un cartel de la droga o senadores pedófilos. Sin embargo, en el seno de esta organización secreta comienza a fraguarse una conspiración cuando uno de sus miembros quiere ascender en la escala de poder, intentando desacreditar a algunos de sus compañeros en beneficio propio, aunque para ello tenga que orquestar un intento de asesinato al propio presidente.
La premisa me ha parecido interesando, desde el punto de vista de un Kirkman que parece haberse tragado a Garth Ennis. Al menos a mí me ha recordado mucho a la forma de escribir del irlandés. Incluso diría que se inspira un poco en The Boys para desarrollar un concepto que va por un camino totalmente diferente. También diría que es una declaración de amor de los autores al cine de acción, incluso veremos a uno de los personajes con una parecido razonable al actor Jason Statham. La serie tiene en esencia ese aire típico de las películas de acción, mezclando artes marciales con armas de fuego y todo tipo de elementos propios de este género. Por otra parte, en una línea muy similar a la serie de "Como conocía a vuestra madre", los protagonistas se van presentando poco a poco en una especie de introducciones a cada capítulo, lo que nos permite conocer en mayor profundidad a unos personajes cargados de matices. A pesar de que el motor principal es la acción, los autores construyen a unos personajes elaborados que a medida que avanza la trama van cobrando forma e interés.
A mí me ha gustado bastante, más de lo que esperaba, incluso me ha dejado con ganas de ver como continúa Kirkman con su propuesta. Desde luego, es una lectura muy entretenida que te deja una experiencia similar al de ver una serie de televisión, pero en viñetas. Quizá no sea recomendable para todos los públicos, por las dosis de violencia, la sordidez de sus diálogos o la ausencia de escrúpulos en muchos de los protagonistas del elenco de personajes. Sin embargo, es una buena herramienta para descubrir las miles de formas en las que se puede matar a un ser humano sin mancharte las manos de sangre. Vive o muere, o mejor muere, es la propuesta de Kirkman para una serie que posíblemente no deje indiferente a nadie. Grandes dosis de entretenimiento, sangre y conspiraciones. Que alguien haga palomitas y que empiece la función...