He leído
Monstruos.
Simplificando mucho y recordando un poco las palabras de nuestro compañero
Mipey, posíblemente estemos ante uno de los mejores trabajos de Barry Windsor-Smith, la obra cumbre de toda su carrera, y prácticamente el broche de oro de la misma, teniendo en cuenta su edad. Se trata de un voluminoso proyecto que se ha fraguado después de 35 años, ahí es nada, cuya idea original partió de un intento del británico por contar una idea novedosa sobre los orígenes de Hulk, introduciendo los malos tratos de su padre como una pieza clave de la división mental del gigante esmeralda. No obstante, debido a mil peripecias, el concepto original ha ido mutando hacia una historia muy trágica y dramática, que poco o nada tiene que ver con los superhéroes, y que tiene algunos elementos propios de la ciencia ficción. Esto, eso sí, sería una forma básica de definirla, porque a medida que profundicemos en la obra veremos que tiene muchos más elementos, y que es una lectura sumamente interesante y absorbente donde el desarrollo de los personajes es su parte fundamental. Con todo, si el lector se mantiene atento verá como esas pequeñas conexiones con algunos personajes del Universo Marvel siguen estando presentes, incluso se pueden apreciar ciertas reminiscencias de Arma-X, por ejemplo. Sea como sea, el resultado final es magnífico, y creo que a pesar de todo, la larga espera ha merecido la pena, siendo motivo de celebración que por fin haya visto la luz. Añadir también que la edición está siendo un éxito, y lleva al menos dos ediciones por parte de Dolmen.
Aunque creo que esta obra merece la pena descubrirla durante la lectura, quiero comentar algunos de los aspectos que me han parecido más interesantes. Ya el propio título y esa portada pueden ser realmente engañosos, porque esta extensa novela gráfica es un auténtico drama humano. La historia de una serie de personajes que sufren un auténtico tormento en sus vidas, las cuales acaban entrelazadas. La presentación de un joven ante una oficina de alistamiento del ejército es el pistoletazo de salida hacia un viaje en el que nos queda irremediablemente claro que el verdadero monstruo de esta historia es el ser humano. De ese modo, Smith irá perfilando a una serie de personajes que ponen de manifiesto lo peor de nuestra especie. Militares que son capaces de realizar experimentos inhumanos con la excusa del beneficio para su patria, o un científico nazi que apenas se puede calificar como un ser humano, capaz de las mayores de las vilezas. Para completar el cuadro tendremos a un padre que tras regresar de la Segunda Guerra Mundial es alguien atormentado, de tal forma que convertirá a su propia familia en víctimas de sí mismo.
En mi opinión, uno de los grandes aciertos del británico es la narrativa que emplea, desgranando la historia de distintos métodos y recorriendo un camino inverso al habitual, de forma que todo se va desvelando poco a poco, al más puro estilo de una serie de televisión. El otro punto fuerte son los personajes. Es imposible no sentir cierta lástima de un niño que sufre maltratos por parte de su padre, al igual que es imposible no verse seducido por esa relación que surge entre una mujer sola que espera el regreso de su marido de la guerra, el cual parece posponerse constantemente. O ese espía del gobierno cuya misión se vaya traste simplemente porque se ha dejado llevar por sus emociones. En definitiva, más allá de una historia de ficción, Smith consigue dotar a sus personajes de una tridimensionalidad que salta de las viñetas al lector par tomar vida propia. Una historia con una fuerza y potencia inusual que atrapa al lector irremediablemente.
Creo que el único gran error es que Smith no es capaz de compartimentar la historia. Una novela gráfica de más de 300 páginas es un auténtico
tour de force para el lector, que posíblemente tenga que dividir la experiencia en varias partes, lo que hubiese facilitado la construcción de varios capítulos. Sin embargo, el autor pare esta historia de una forma consecutiva, sin cortes ni participación ninguna, en lo que yo pienso que es una decisión errónea que va contra la experiencia lectora. Pero la verdad es que es un detalle nimio ante la calidad de la obra. El otro aspecto que no me ha terminado de convencer es
Sorry but you are not allowed to view spoiler contents.
A pesar de todo, me gustaría recalcar que me ha parecido una obra notable en líneas generales, con una versión muy madura del autor, tanto a nivel gráfico como argumental, y que yo creo que es una lectura muy recomendable ya no los para los amantes del arte del artista británico, sino para los cómics en general.
Finalmente, me gustaría comentar algunas palabras sobre la edición de Dolmen, que me parece fantástica. Destacar los dos interesantes artículos que incluye el tomo, uno de Manuel barrero a modo de prólogo y otro de Sergio Aguirre en el que se desgrana la biografía del autor de forma muy detallada, incluyendo algunos pormenores en la concepción de esta obra a lo largo de varias décadas. La encuadernación parece robusta, aunque eso quizá sea el paso del tiempo el que lo confirme, a mí personalmente me ha parecido un tomo algo pesado. No es incómodo de leer, sí es muy pesado y voluminoso. Sería como del grosor de un Omnigold, aproximadamente, con poco más de la mitad de páginas de un tomo de los clásicos de Panini. Y después está el tamaño, que en Dolmen parece que siempre eligen dimensiones cuanto más extrañas mejor. Creo que a excepción de las tiras de prensa, no tengo dos tomos de esta editorial del mismo tamaño. Y no es tanto por la estética de la estantería, sino por la propia manejabilidad y la comodidad de poder guardarlo en cualquier librería normal. Por lo demás, es una edición estupenda, se nota que cuidan bastante sus productos, donde solo se aprecian pequeñas erratas, como las tienen otras editoriales, ni más ni menos. En definitiva, dejo aquí mi pequeña recomendación a una obra que gira en torno a los monstruos que nos rodean en la vida diaria, mucho más terribles que los de la ficción. La obra más personal de Barry Windsor-Smith, y quizá su obra maestra. Creo que no dejará indiferente a nadie...