He leído El mundo perdido.
Se trata de una magnífica adaptación de la obra homónima de Sir Arthur Conan Doyle publicada por la editorial francesa Soleil, que cuenta con el guion de Christophe Bec y el dibujo de Fabrizio Faina y Mauro Salvatore. Originalmente se publicó en tres álbumes, recopilados íntegramente por Yermo Ediciones en un solo volumen con una edición que tiene las características habituales de calidad a las que nos tienen acostumbrados esta editorial, así como a su precio, pese a que 35€ por tres tomos europeos no me parece tan caro, aunque evidentemente un poco sí que lo es por poco más de 150 páginas.
Para aquellos que no conozcan la historia original, la trama gira entorno a una expedición a Sudamérica iniciada tras el debate de unos científicos en comunidad zoológica de Londres. El profesor Challenger descubre tras su paso por el Amazonas la existencia de un lugar en el que podrían encontrarse animales extintos desde hace siglos, de modo que el profesor Summerlee le acompaña para que ambos científicos puedan constatar si tal lugar existe es una fábula. Les acompañan un periodista y un cazador, así como Pablo, el fiel explorador acompañante de Challenger. Durante la aventura, el grupo se adentrará en lugares sin cartografiar para descubrir un ecosistema anclado en el pasado donde no solo se encuentran criaturas que se creían desaparecidas, sino una tribu de indios y lo que podríamos denominar el eslabón perdido de la Humanidad. Nuestros protagonistas vivirán multitud de aventuras entre la vida y la muerte para regresar al mundo civilizado y ser rechazados por l comunidad científica, tildados de buscadores de fama.
El apartado gráfico es una auténtica delicia para los sentidos, con un estilo realista propio de la BD europea que yo he disfrutado muchísimo. Los artistas han conseguido insuflar con mucho éxito los paisajes salvajes de la novela original, transportando al lector con mucha facilidad a esta emocionante aventura de descubrimiento, ciencia y fantasía. Una combinación que funciona muy bien en el traslado del estilo narrativo tan propio de Doyle y que Bec consigue emular con mucho acierto. Además, tenemos un buen tratamiento de los personajes a los que iremos conociendo mejor a través de flashbacks. Para mí es una obra redonda, que te atrapa desde la primera página y que transmite muy bien la esencia de las novelas pulps de la época, así como su historia de origen. Prácticamente es como ver una adaptación fílmica de alto presupuesto trasladada al cómic con muy buen gusto y de forma impecable.
Aunque admito que los productos de Yermo son caros, muy caros en la mayoría de los casos, lo cierto y verdad es que eligen muy bien sus publicaciones, y a las pocas que me he acercado han supuesto una lectura muy gratificante. Yo este tomo lo recomiendo sin dudarlo, al que se lo pueda permitir, claro, porque merece mucho la pena, y supone un viaje en el tiempo a ese tipo de novelas clásicas de aventuras con las que tanto se disfrutaban en otros tiempos. Sin embargo, con una producción muy actual y una narrativa acorde a los nuevos tiempos, pero sin perder de vista la esencia de la obra original. Una pequeña joya del cómic europeo que de nuevo tiene como origen la editorial Soleil, que demuestra una y otra vez ser una de las grandes editoriales de la BD francesa. Como dijo un sabio: "Hay otros mundos, pero están en este", y parece que en esta ocasión se ha encontrado un nuevo mundo que estaba perdido, aunque la Humanidad no esté preparada para asimilar lo que se encuentre allí.