La Patrulla-X: Omnigold tomo 02: ¿Quién Osa Desafiar a los Semi-Hombres? (1966-1969) La saga de Factor 3.Tal como ocurre en el caso de los Vengadores, los primeros números del segundo tomo que recopila las aventuras de la Patrulla-X son una continuación de la última parte del primero. Sin cambios en el equipo creativo ni en el tono de las historias.
Aunque en realidad en el primer número que se incluye ocurre un cambio en la formación del grupo. Es algo tan fugaz que casi ni merece la pena tenerlo en cuenta. Se trata de la entrada como nuevo miembro del Mímico, un personaje que reúne los poderes de los cinco miembros clásicos, que era de prever que no durara demasiado en el seno del grupo. Dos números después, lo deja en una sola viñeta, sin más explicaciones.
Todo ello y más forma parte de la llamada saga de Factor 3, una misteriosa organización criminal que revolotea la colección durante más de diez números.
No empieza mal, con unos números que tienen su intriga, donde tenemos la primera aparición de Banshee y con un resultón Werner Roth en la parte gráfica cuando es entintado por Dick Ayers o Dan Adkins.
Pero el nivel de los guiones empieza a ir cuesta abajo. Primero con un insufrible número con una nueva encarnación de Merlín, y luego con la mediocre trama en que regresa el Juggernaut, mientras Factor 3 secuestra al Profesor X.
Luego viene el insustancial número de relleno en que se enfrentan a Tyrannus y el Hombre Topo y el posterior con Spiderman, que se basan en argumentos terriblemente pobres. Resulta que la Patrulla recibe un aviso entrecortado de Banshee sobre el peligro de una araña, que en realidad es una araña mecánica enviada por Factor 3. Pero antes de que el grupo llegue al lugar de los hechos, casualmente Spiderman pasaba por allí y la destruye, con lo que la Patrulla, al llegar al lugar, confunde al arácnido con la araña peligrosa del aviso y empieza la previsible pelea. Francamente, a estas alturas uno se espera un poco más de ingenio por parte de Roy Thomas.
Por no hablar del siguiente número en que necesitan dinero para viajar a Europa y se ven obligados a trabajar hasta de obreros, como no, haciendo uso de sus poderes. Eso mientras un chalado llamado Mekano se empeña en destrozar una biblioteca sólo para llamar la atención de su padre, que lo tiene abandonado.
Ni que decir tiene que aquí la serie toca fondo.
Los números que concluyen la saga, con Ross Andru a los lápices menos el último dibujado por Don Heck, por lo menos no son tan espantosos.
Finalmente, Factor 3 no es más que un alienígena que se hace pasar por un mutante, el Amo Mutante, para engatusar a mutantes malignos con el fin de ayudarle destruir a la humanidad y sentenciar a la Patrulla-X por haber combatido con mutantes. Bastante delirante, el argumento, pero por lo menos cierra la historia con cierto sentido.
Adiós Profesor… hasta la vista.Esta primera etapa de Roy Thomas como guionista de la Patrulla-X termina de la peor forma. Los números en qué se enfrentan a Frankenstein y luego al Subhumano son realmente malos. Números que terminan con la aparente muerte de Xavier, así que a partir de aquí el grupo deberá valérselas sin su mentor.
El siguiente arco lo empieza Thomas pero al segundo número entra Gary Friedrich, para ser sustituido más adelante por Arnold Drake. Los dibujantes se van sucediendo: Tuska, Heck + Roth, Steranko y Barry Smith.
Ante las, me imagino, bajas ventas de la colección, que mejor que pasar a los experimentos. En este caso el invento consiste en darle protagonismo a uno o dos de los miembros en cada número y reflejarlo bien claro en el título de portada.
Pero eso no impide que cada historia vaya integrada en un arco argumental de varios números. Así, el primer arco trata del regreso de Magneto tras muchos números sin saber del villano mutante por excelencia, a quien se le da el protagonismo en el primer número de esta etapa. El siguiente número está protagonizado por el Ángel, y el que le sigue, por Cíclope, para desembocar en el crossover con la colección de los Vengadores. Nada del otro mundo.
El número del Ángel sirve de excusa para recuperar a un antiguo superhéroe de la Golden, el Cuervo Rojo, en una historia que nada tiene que ver con el arco en el que estamos. Muy simple, pero tiene su encanto. Tampoco es que 15 páginas den para mucho.
En esta etapa por lo menos nos encontramos con una novedad de cierta trascendencia. Xavier, al morir, transmitió parte de sus poderes telepáticos a Jean, en lo que podríamos decir que sería la primera piedra para la futura Fénix.
El siguiente paso consiste en que el grupo se ve obligado a separarse porque se lo pide un agente del FBI, bajo pobres argumentos. Tras ello tenemos un número protagonizado por la Bestia y el Hombre de Hielo y otro protagonizado por Cíclope y la Chica Maravillosa. Intrascendentes, ambos, ya con Arnold Drake a la batuta.
El siguiente arco, en que se enfrentan a Magneto y su discípulo Mesmero, trae consigo la previsible reunificación del grupo. La gran novedad está en la introducción, además de protagonismo, de Lorna Dane, futura Polaris.
Es en este arco en el que Jim Steranko, menos espectacular de lo habitual, dibuja un par de números. No es un mal arco. El estilo narrativo de Steranko aporta mayor dramatismo a la historia y a buen seguro influye en el guion de Drake. Pero el desenlace es bastante corriente.
El último número incluido es una evitable historia con Blastaar como antagonista, contando con los lápices de un muy verde Barry Smith.
Al final del tomo se añaden las tres historias cortas protagonizadas por el Ángel, que aparecieron como complemento en Ka-Zar y Mavel Tales. Los tres números forman un único arco bajo guion de Jerry Siegal y dibujos de George Tuska. Se trata de una historia de venganza por el asesinato de su padre por parte de un fantoche llamado el Deslumbrante, en que Warren llega a perder los papeles. No está mal.
Desde mi punto de vista estamos ante un tomo bastante flojo, creo que de los más flojos que nos podemos encontrar en los 60. Aquí no hay un Gene Colan o un John Buscema que por lo menos salven la parte visual.