La Saga del Clon mola y mucho... al menos, al principio y a ratos. Refiriéndome a los tomos de Forum, el 6 con Judas Traveller, Scrier y los otros es chulísimo; el 11 con la vuelta del Chacal, los dos Spideys codo a codo, la revelación de MJ; el 12 con la muerte de un personaje y la detención de Peter por asesinato... a partir de ahí viene el declive, precisamente cuando J. M. DeMatteis se va, y Clonación Máxima lo enfanga todo. Luego vienen un par de números (17 y 18, más los dos de Araña Escarlata) que todo se vuelve en un pollo sin cabeza. Con la serie Nuevo Spiderman no es que la cosa sea la hostia, pero se vuelve a las historias más asentadas, aunque el runrun de que la cosa no ha terminado y que sigue habiendo un malo en las sombras está ahí... muy en la línea de Lobdell en Patrulla-X, como yo comenté en otro hilo. El tomo final (Revelaciones) mola. Con más calma y seguridad, se hubiera desarrollado mejor la trama... es evidente que personajes como Traveller, Scrier o el científico aquel (no recuerdo el nombre) tuvieron un desarrollo que no coincidía con el que debía estar pensado al principio.
De La Encrucijada... vale, el evento fue una mierda. Pero el especial de apertura mola un huevo. Finalazo con “ese personaje” saliendo de entre las sombras. Y el diseño de la Bruja Escarlata era bonito, por cierto. Gran dibujo en general de Mike Deodato.
Entre el Fin de IMA, la Encrucijada, y los cruces con Onslaught, bien puede ser la metrallada más metrallada de la historia de la serie, Liefeld aparte. Incluso lo de Liefeld fue más fresco, y al menos era metrallada original, no metrallada copia. Qué manera de caer una serie que era bastante buena, de golpe hasta el otro extremo. Algo tuvo que pasar aparte de Terry Kavanagh.
Lo que pasó es que la empresa estaba en quiebra, los nervios estaban a flor de piel ... y así no se podía trabajar. Se exigían unos resultados que se intentaron conseguir a base de cañonazos: este es un traidor, a este lo matamos, ponemos un dibujante molón, lanzamos especiales Alfa y Omega... Lo importante era vender, independientemente de cómo se hiciera. El último coletazo de esto fue Heroes Reborn. Los autores no eran artistas, sino simples ejecutores de ideas... y, supongo, para esto venían bien gente como Lobdell, Kavanagh, Raab... que si les decías que escribieran la muerte de x personaje, aunque fuera de una forma absurda, no te iban a llevar la contraria.