Sinuba, a eso iba, pero lo has explicado mucho mejor.
La cuestión, a parte de como están ya de tocados ciertos derechos, es que estos se van arrebatando poco a poco, para hacerlo progresivo y, aparentemente poco traumático, y al final uno ya no podrá manifestar ciertas opiniones son que lo echen a los leones (espera, si esto ya pasa). Al final uno ya no podrá decir absolutamente nada que salga de lo establecido.
Si son las empresas las que nos dicen que podemos o no comunicar, es que tenemos un problema bien gordo, mañana será el currito de la obra el que no pueda opinar de nada.
¿Que exagero?
Ojalá, pero lo que veo cada día me dice que no.
No cobran por dar sus opiniones, que las pueden tener está claro pero cobran de su trabajo y de su imagen. ¿Alguien se imagina a uno del Madrid o del Barcelona diciendo que su equipo es una mierda y que el bueno es su rival?, ¿ al director del Mundo opinando en contra de su lector tipo y alabando a los que leen El País? Y veinte mil ejemplos más.
Pero es que eso no son opiniones políticas, no es lo mismo.
Si vivimos en una sociedad que limita o restringe el derecho a la libertad de expresión so pena de despido, es que no hay libertad de expresión.
Si no hay vulneración al derecho al honor, la propia imagen, la intimidad, etc., no debería haber restricción alguna.