Aprovechando que ayer fue festivo y tocaba descansar me he leído un tomo que tenía pendiente desde hace un par de años por "culpa" de este foro y es que es aquí donde oí hablar de el por primera vez (no me fio demasiado de mi memoria pero juraría que fue joelbarish quien levanto la liebre), me he leído
Esos días que desaparecen, obra de Timothé Le Bouchen que publico Glénat en 2017 en Francia y trajo Dibbuks (cuando era una editorial que molaba bajo la supervisión de Ricardo Esteban y nos traían obras tan chulas como esta, Mujeres de Salem o Infinity 8) en 2019.
Esos días que desaparecen nos trae la historia de Lubin, un joven acrobata de 20 años que un buen día empieza a tener ciertas lagunas. Esas lagunas son en verdad días que parecen desaparecer de su vida ya que no recuerda nada de lo que paso en ellos. Poco a poco Lubin empieza a tomar conciencia de que "otro" toma el control de su cuerpo y de su vida durante esas ausencias y Lubin iniciara un dialogo con ese "otro" donde intentara cuadrar vidas y descubrir que es lo que le sucede. Según avanza la historia lo que comienza siendo una relación "amistosa" entre Lubin y su alter ego se complicara y las ausencias de Lubin se prolongaran en el tiempo desatando una lucha bastante dolorosa.
Cuando comence a leer el tomo mi sensación inicial es que estaba ante una historia de un nivel bastante normalito donde había un punto extra por lo curioso de la trama. Según fui avanzando en el relato la historia me fue atrapando y me vi envuelto en un relato desgarrador y trágico, donde hay una pizca de esperanza y varias dosis de dolor en cada página.
Esos días que desaparecen es una obra que se atreve a darnos una visión del trastorno de la personalidad multiple, una visión algo lírica pero aun así bastante cruda en algunos momentos. No conozco demasiado de esta enfermedad y no se como de fielmente la reproduce este relato, lo que si es cierto es que como lector siento que he leído una historia muy humana, donde se mezclan sentimientos como el amor, el humor, la ira o la perdida y que me parece un muy buen tebeo.
Que nadie piense que esto es un dramon porque aunque hay drama (sobre todo en la última parte) el autor construye una historia muy adictiva que incluso mete un poco el pie en el thriller.
Pasando al apartado gráfico que corre a cargo del propio Timothé Le Boucher su estilo de dibujo me ha recordado a una versión de Bastian Vives con un cierto aire al cartoon. En todo caso aunque el dibujo no es de los que por si mismos hacen que te compres el cómic si que funciona realmente bien.
Finalizo diciendo que he disfrutado bastante de esta obra (gracias compañeros, aunque tarde siempre me apunto las recomendaciones) que creo que la puede disfrutar cualquiera y os animo a darle una oportunidad. Merece la pena.
P.D: La siguiente "deuda" que tengo apuntada es Puta Madre (Miguelito
), fijo que antes de verano cae. Dibbuks, quien te ha visto y quien te ve.