He leído
Katanga 2: DiplomaciaCharlie: "Amén"Continuamos la senda del
número anterior consolidando el desarrollo de la trama y siguiendo el rastro de los diamantes entre confusión, violencia, mercenarios curtidos y políticos corruptos. Y todo ello con un
Vallée al que no le tiembla el pulso cuando debe tomar el protagonismo.
Así a vuela pluma, comentar que tras un primer tomo que nos permitió conocer las localizaciones geográficas y a las motivaciones y el temperamento de los distintos personajes, es hora de pasar a la acción. Y
Vallée la toma con tal fuerza y violencia que sobran los textos de
Nury que se antojan innecesarios. Todo muy cinematográfico, con fondos muy bien elaborados, ya sean ciudades devastadas por la guerra o poblados indígenas en lo más recóndito de la selva. El asalto al poblado de
Mwata es tan visual que pareces estar en un cine viendo la peli, como si fuera una escena con sus distintos planos y contra planos, y tú, aún como lector, no "lees y lees sin parar" sino que "miras y miras" con ojos agigantados. Absolutamente brillante y adrenalítico.
Supongo que, cada uno, según va leyendo, va tomando partida por unos u otros personajes, que, aunque todos sean manipuladores y astutamente diabólicos, se van ganando poco a poco nuestras simpatías.
Charlie quizá sea de los que mejor me caiga, a pesar de que a veces sus actos sean violentos e impulsivos. Pero, sin duda alguna, quien copa mi popularidad es la bellísima
Alicia. Las pocas intervenciones que tiene son apoteósicas. Como si fuese una actriz de reparto, con sólo dos escenas, roba todo el protagonismo a los actores principales. Su presencia en la fiesta, en la piscina de esa mansión residencial, es de esas de las que no te cansas de ver. Una pantera negra altiva y salvaje; orgullosa de su cuerpo felino.
Y luego está
Orsini claro, un hijo de puta muy escurridizo y sobre todo inteligente, que sabe cómo usar sus cartas aunque vengan mal dadas. Un tipo de sangre fría y nervios templados que ha aprendido que la manipulación y estudio de sus adversarios son más efectivos que el subfusil y el machete. Otro superviviente nato.
Como decía antes, la violencia es otro elemento protagonista. da igual que seas blanco, negro, mujer o niño. Las balas no hacen distinciones, y
Nury y
Vallée nos lo muestran con naturalidad, inmunes a la muerte cotidiana, casi compañera. Es la guerra. Sólo cuenta sobrevivir. Lo demás es secundario.
Me ha pasado como cuando sales del cine tras ver una peli que te ha encantado. No sé si se me ha hecho muy corta o es que es tan entretenida que ni te has enterado del paso del tiempo. Es tan fluida la narración, es tal el punto de compenetración entre los autores, que todo parece brotar de manera muy dinámica, sin esfuerzo, y cuando te has querido dar cuenta, te has zampado el tomo.
Esto ya ha cogido velocidad de crucero, es imparable, y se dirige inevitablemente a su final. Todos los jugadores han enseñado sus cartas. Es hora de ver quien apuesta más fuerte.