Más vale tarde que nunca. Leído el resto del álbum
Lo que está abajoBásicamente este álbum se ha limitado a una persecución de la necrosonda a nuestros protagonistas, exceptuando el interludio del planeta de oro, cruzando lugares variopintos a modo de la típica historia de aventuras. Y muy apurada tiene que haber sido la situación para que nuestra comunidad del Incal se deje guiar totalmente a ciegas por una persona que apenas conocen y que lo poco que conocen de ella es que les ha robado el Incal o que les ha enchufado un bebé a cargo y se ha largado dejándoles con el marrón. Ay Jodo, Jodo… suerte que las situaciones son bien originales y compensan las lagunas del guion o la falta de cemento.
Tras vuestros concienzudos análisis poco queda por añadir, aunque aún quedan algunas cartas por jugar.
Pero lo mejor, sin duda, es la revelación del origen de la relación entre el Metabarón y Soluna, porque ya al principio de este capítulo se nos decía que Soluna era heredero de espíritu del Metabarón, y ahora se nos deja claro; Soluna es el hijo adoptivo del Metabarón, no biológico. Y la escena en la que Animah aparece y se lo entrega al Metabarón es muy bíblica, es la anunciación del ángel Gabriel pero a la vez es la propia Virgen María entregándole a Jesús al Metabarón y otra vez la dualidad... el Metabarón, heraldo de la muerte, ahora será protector de la vida, y otra vez dualidad, Soluna tiene corazón andrógino.
En este álbum, el bueno de Jodo está haciendo una crítica a las bases del cristianismo en toda regla. En una primera instancia es lo que comentas Steven, cuando Animah, que sería la Virgen María, entrega a Soluna, el niño Jesús, al Metabarón, nuestro San José particular, para que se haga cargo de él, de un niño que no es de su sangre, pero que lo acepta gustosamente por iluminación divina. Y Jodo no se queda simplemente aquí. El cénit de su crítica llega en el capítulo
El portal de la transfiguración cuando
la Virgen María Animah reconoce que se hizo pasar por homeoputa para que
Dios Difool engendrara al
niño Jesús Soluna. Desde siempre han habido interpretaciones alternativas de la Biblia que consideran a María como una prostituta que se quedó preñada de algún cliente y que San José la acogió en su taller de carpintero de forma altruista. Y aquí, Jodo nos muestra su interpretación particular del famoso pasaje.
Me ha encantado la autopercepción de Jodorowsky de que aquello había quedado un poco flowerpower, porque cuando se le propone al necro-robot que elimine los resentimientos, el miedo, el odio... Éste contesta: "¡Voy a eliminarte, so cursi! Siento bajo mis pies tus empalagosas vibraciones"
Es curioso ver cómo en esta frase, cada traductor ha metido cosecha propia.
En la edición de Reservoir, el necro-robot dice: “¡A quien voy a eliminar es a ti,
redicho! Siento bajo los pies tus vibraciones almibaradas.”
En la edición catalana de Glénat, dice: “Jo sí que t’eliminaré
rampoina! Sento sota els peus les teves vibracions apelagoses.” Donde “rampoina” vendría a ser un objeto inútil, algo despreciable.
Y para rizar el rizo, la traducción inglesa es: “I’ll show you elimination you
wimp! I feel you saccharine voice coming from under my feet!” Significando “wimp” algo así como cobarde, débil.
Sería interesante ver lo que pone en la edición original, ya que cada traducción tiene un significado distinto. Creo recordar que Kaulso tenía la edición francesa, ¿no?
Y por último una curiosidad que no sé si es premeditado, si es casual o si soy yo que veo lo que quiero ver aunque no esté allí. Resulta que los finales de los capítulos de este álbum están relacionados. Las últimas viñetas de cada capítulo están emparejadas entre ellas.
El último capítulo del álbum anterior,
El Incal luz: El emperoratriz, finalizó con una imagen del remolino del lago de ácido y el primer capítulo de este álbum,
Lo que está abajo: Las psicorratas, termina con la misma imagen.
El segundo capítulo,
Por el vertedero, termina la comunidad del Incal en plena ascensión y el tercer capítulo,
El planeta de oro termina con la misma escena.
Y el cuarto capítulo,
El bosque de cristal, termina con la imagen de una figura geométrica de seis puntas y en el quinto y último capítulo,
El portal de la transfiguración, también vemos una figura parecida. Curioso…