Esta tarde me he terminado el segundo arco, "El incal luz". En mi opinión, va mejorando conforme pasan los capítulos, siendo los primeros más convencionales (como la lucha con el cardiogrifo, toscamente resuelta) y el último (maravillosamente diseccionado por Steven en el mensaje anterior
) el que más me ha cautivado, por varios motivos: todas las subtramas confluyen por fin en una sola; los personajes principales, que andaban dispersos, se unen en una misma expedición; está lleno de acción trepidante (la huida final en la metalancha por el lago de ácido, que termina con el cliffhanger del remolino, me ha parecido el mejor episodio hasta el momento, entre otras cosas por ese decadente mundo subterráneo que tan bien sabe ilustrar Moebius), y, sobre todo, profundizamos más en los entresijos de este universo. Nos enteramos de la relación entre Animah y Tanatah (son hermanas), primeras poseedoras de los dos incales, conocemos el mundo del centro del planeta que se esconde bajo el lago de ácido, se revela la verdadera identidad de Soluna (que no es hijo del Metabarón, sino de Animah)... En fin, un viaje apasionante.
Es cierto que en ocasiones tiene uno la impresión de que Jodorowsky va sembrando el cómic de todas las excentricidades que se le ocurren, sin que estén siempre bien engarzadas en la trama, como si fuesen aventuritas independientes pobremente relacionadas entre sí ("Se me ha ocurrido que puede haber una esfera con una trampilla en cuyo interior se halla un mundo exterior... ¡venga, vamos a crear un capítulo para esto! Y meteré una especie de mantis religiosa gigante"
), pero, qué demonios, si se deja uno llevar y no le da especial importancia al principio de cohesión que debe caracterizar todo texto, podemos disfrutar de la historia como enanos.
Lo que me chirría un poco es la evolución del personaje de Tanatah. En una página ha pasado de ser una dominadora sin escrúpulos que quiere liquidar al resto de personajes, a ser la guía del grupo y a renunciar a sus ansias de poder conquistadoras. Y la reacción del resto de personajes también se me hace poco creíble. No puede ser que no demuestren ningún indicio de aversión hacia la mujer que hace apenas unos minutos quería matarlos a todos.
En esto coincido también. Más allá de las idas de pinza jodorowskianas, creo que sería deseable que hubiera una caracterización más sólida de sus personajes. El cambio de rumbo repentino en la actitud de la reina del Amok es desconcertante, y también su aceptación por parte de los demás personajes. Aunque siempre se puede justificar como que tienen que aunar fuerzas por ser una situación de vida o muerte, y que ya resolverán sus diferencias cuando pongan su pellejo a salvo...
Muchas ganas de ponerme con el tercer arco