Vista Vice (2018).
No me ha gustado.
Ni la puedo considerar un biopic, ni un documental de Michael Moore, los dos géneros que la peli mezcla sin sonrojo.
Es maniquea, panfletaria, progrestúpida y todo lo esperable, pero eso no me molesta.
Lo que sí me molesta es que nunca sabemos, tras dos horas, quién es Dick Cheney.
A Bush Jr. nos lo presentan como un bala perdida reformado, un paleto bonachón de familia millonaria, al que (seguramente, que tampoco lo explican) han llevado en volandas hacia la presidencia. Ahí se intuye que quiere agradar a su padre, nos lo dice Cheney. No es un personaje pero bueno, compro. Por cierto, Bush era alcohólico pero a finales de los 80's ya lo había dejado, por lo que la escena de la fiesta en la que la lía está fuera de tiempo. Tampoco bebía cerveza en los 00's.
A Donald Rumsfeld nos los presentan como un arribista sin escrúpulos ni ideología. No es un personaje pero bueno, compro.
En cambio al protagonista nos lo presentan como un perdido sin oficio ni beneficio, un alcohólico agresivo y un fracasado. Tras la charla con su esposa en la que esta le conmina a comportarse como un hombre de verdad y tal, se mete a becario en el Capitolio (en ningún momento anterior se muestre que le importe un bledo la política ni tenga ninguna formación aparte de que le echen de la universidad) y consigue ascender al principio gracias a su carácter servil. En segundo término empieza a subir escalafones.
Esto...? En serio? Compro que sea un paleto borracho subyugado por su esposa (que le dice las verdades a la cara al principio la señora) pero en ningún momento se muestra ningún aspecto positivo digamos del personaje. Ni es inteligente, ni es listo, ni es ambicioso, ni tiene cultura, ni es perspicaz ni nada de nada. Tampoco parece importarle no ya el Partido Republicano, si no la política. No es que sea malvado (aunque la peli en presenta sus acciones como nefastas, obviamente), es que no tiene sangre en las venas. Ni siquiera se le ve muy ilusionado comiendo sus donuts. Vamos, que le importa todo una mierda.
Si quería arreglar su vida y traer buen dinero a casa había formas mucho más fáciles que dedicarse a un oficio en el que ni destaca en nada, ni le interesa lo más mínimo. Tampoco parece que viva de su suerte ni nada así. No es un personaje, es un McGuffin.
La única escena de verdad es la que mantiene con su hija después de que esta se pelee en la escuela.
Así pues, comprando el mensaje de que Bush Jr. es un paleto rodeado de malvados (curiosamente la peli no carga las tintas contra George, es un bobalicón en malas compañías) y Rumsfeld una nefasta persona, por lo menos se intuye qué hacían ahí.
Pero Cheney?
En dos putas horas nunca sabemos quién es Dick Cheney ni qué le mueve. La voz en off dice que el poder y blablabla. Un tío que gane la pasta que gane sigue yendo con su mismo coche de mierda, que no hace ostentación alguna de riqueza, ni se le muestran vicios más allá de su juventud alcohólica (es un marido amantísimo y padre devoto), ni es desagradable con sus subalternos, ni manda en su casa, ni nada de nada. ¿Para qué se implica con Bush si ya ha llegado al máximo en su vida laboral?
En fin, una mierda de personaje, por muy bien caracterizado que esté Christian Bale en otro de sus grandes papeles.
A la película le puede la antipatía que siente por todo lo que representa. No hace falta casarse con nadie, alguien tan poco sospechoso de republicano como Oliver Stone hizo un equilibrado e interesante retrato verosímil de Richard Nixon, en su infravalorado biopic Nixon.
Luego todos los acontecimientos de la primera administración Bush están relatados como el resto de la peli: de forma confusa, mezclando causas y consecuencias, atiborrando al espectador con cientos de nombres y datos. No cuesta seguir si tienes una edad y viviste ese período interesado en política. El resto, absténganse.
Por supuesto Obama es el Mesías y tal pero, de nuevo, esto no es lo que me molesta.
Por cierto Condoleezza Rice llega a hablar en toda la película? Vamos, la tía era casi omnipresente y no solo en la segunda legislatura pero aquí nada de nada.
Es una película sumamente irritante que trata de manera simplista y estúpida acontecimientos complejos y que machaca sin piedad al espectador para que quede claro que el partido republicano es el Mal, sin reflexión alguna. Especialmente curioso es como se incide en el tema de los think tanks derechosos y la cadena Fox News como si estas estrategias fueran patrimonio exclusivo de la derechona. Solo hay que fijarse en Europa donde es absolutamente todo lo contrario.
Cinematográficamente la peli me parece una basura de campeonato.
En fin, resumiendo, un donut de mierda caducado de peli.