Capitán América: Omnigold tomo 1: La Leyenda Viviente (1964-1968) Al inicio del tomo se incluyen tres números anteriores a la colección del Capi. Una aparición fake en la serie de la Antorcha, su regreso al mundo de los vivos en los Vengadores y una aparición en la cole de Iron Man.
Voy directo a lo que me interesa, su serie propia.
El Capitán América empieza sus andaduras en solitario en la Silver Age en la colección genérica Tales of Suspense.
Los primeros números, siempre de la mano de Stan Lee y Jack Kirby, son de lo más intrascendente. Extrañamente cada número resulta ser un pedazo de las andanzas del Capitán tras despertar de su letargo, y luego situados uno detrás de otro sin conexión alguna.
Francamente no aportan nada, más allá de ser las primeras historias del Capi en solitario desde los 50. Un repertorio de peleas cuerpo a cuerpo ante varios tipos sin poderes sin apenas más argumento que ese y con un Jack Kirby correcto.
Echando la vista atrás.La siguiente fase de la colección nos lleva a echar la vista muy atrás.
Primero tenemos un remake del origen del Capitán América, con algunos cambios, como por ejemplo que el escudo ya es redondo desde el minuto cero. Ya con un Jack Kirby que empieza a rayar a muy buen nivel.
La líneas argumentales siguen ambientadas en el pasado, en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, en unos cuantos números que vienen a contar de nuevo la historia del Capitán antes de acabar congelado. Incluido el origen del Cráneo Rojo visto desde los ojos de Stan Lee.
Son números que pertenecen básicamente al género bélico, bastante simplones y discretos a nivel de guión comparados a otras series de la época.
Un buen ejemplo lo tenemos en el número de Sargento Furia que se incluye intercalado, con intervención del Capi y Bucky. La diferencia es notable pese a estar hecho al mismo tiempo y por los mismos autores. Diálogos con mucho más sarcasmo y mala leche que en el serial del Capitán.
La entrada de un desganado George Tuska en un puñado de números no hace más que empeorar las cosas.
Vuelta al presente.Al fin, las aventuras de nuestro héroe vuelven a la actualidad con la correcta saga de los Durmientes. Pero no es hasta la entrada de John Romita brevemente a los lápices justo después, que Stan Lee empieza a tomarse en serio la colección. Se nota una mejoría en el trabajo de profundidad, sin ser todavía especialmente destacable, en un tono más adulto y unos personajes que le dan más a la mollera.
No son números que se caractericen por unos guiones muy elaborados, sino que prima la acción. A grosso modo nuestro protagonista se enfrenta a organizaciones criminales de alta sofisticación, a sus líderes o mercenarios. Historias más que correctas en las que su principal valor está en la colección de acontecimientos, personajes y objetos que se presentan y que serán cruciales en la historia del Universo Marvel.
La introducción de la organización SHIELD es uno de los pasos adelante más significativos de la colección en estos primeros años, pero también tenemos el regreso a la vida del archienemigo del Capi, Cráneo Rojo. Sin olvidarnos de las presentaciones de la Agente 13, MODOK, el Cubo Cósmico, Batroc, o las amenazas de IMA e Hydra, organizaciones ya conocidas en la serie de Nick Furia.
Es en la parte final del tomo, tras el regreso de Kirby, y un breve paso de Gil Kane, cuando la colección alcanza sus más altas cotas. Ya los números de Kane, dos de ellos magníficamente entintados por Joe Sinnott, son buenos, pero los posteriores de Kirby junto a un Stan Lee dispuesto a dar lo mejor de sí, entrarían dentro de lo que hay que tener de la colección del Capitán América. También ayuda lo suyo el entintado de Sinnott en las espectaculares viñetas del Rey, claro.
Steve Rogers ejerce de colaborador de SHIELD casi a tiempo completo, con medio ojo puesto en los Vengadores, en unos estupendos y dinámicos tebeos de acción y espionaje en los que se opone a potentes organizaciones criminales, en parte empujado por su atracción por la Agente 13.
A ésto le sumamos el mayor protagonismo que se le da a Steve Rogers y el punto y aparte que supone desvelar al mundo su identidad como Capitán América.
El último número incluido es el primer bajo título propio.
Resumiendo, un tomo que se valora por partes. Una primera mitad prescindible y una segunda buena, especialmente la parte final que me parece muy recomendable.