En cuanto a ese material del Capitán Britania inicial, resulta muy curioso que se produjera en EEUU (Larry Lieber, con total ausencia de conocimiento de las particularidades de la sociedad británica, era el editor, aunque menos mal que contó con un guionista londinense como Claremont) y no se destinaron ejemplares para su distribución en EEUU ni se aprovechó el material para ponerlo de complemento en cualquier serie, como hubiera sido lo más lógico por aprovechar unas páginas ya realizadas y pagadas.
Posiblemente en sus inicios no estarían seguros de meter esas historias dentro de la continuidad regular, y los lectores americanos solamente supieron de su existencia (vagamente, pues no había internet ni la información circulaba fuera de circuitos muy especializados) a partir de los Marvel Team-Up de Claremont-Byrne.