Thor: Omnigold tomo 1: Relatos de Asgard (1963-1967)
No hacen falta muchas presentaciones, creo. Estamos ante los complementos que aparecieron en la colección de Thor durante muchos años y casi desde el inicio, en la que nos cuentan los orígenes de Asgard y multitud de aventuras vividas antes de la llegada de Thor a la tierra.
En la primera parte de la serie, que abarca cerca de la mitad de los números, estamos ante episodios de cinco páginas autoconclusivos, casi independientes entre sí. De alguna manera sirven para lanzar mensajes de gallardía, lealtad o sabiduría entre otros atributos propios de tan noble elenco, para meternos en la piel de los personajes y de sus vivencias. En un inicio esas historias tratan sobre la historia antigua de Asgard y demás mitos nórdicos, para pasar pronto a relatar episodios de la vida de los principales personajes en su infancia y juventud.
Como curiosidad, a comentar la adaptación del cuento de la Caperucita en uno de los episodios.
A partir del número 107 la cosa cambia y pasamos a una línea argumental continuada hasta el último número. Probablemente aquí está lo mejor de la serie, que ya era francamente buena hasta entonces. No creo que exagere demasiado si hablo de obra maestra.
Lo primero que hay que destacar es el dibujo de Jack Kirby, pero ya desde el primer número. Creo que estamos ante la obra más cuidada del Rey durante los 60. Por lo menos en cuanto a anatomía, creo que hay una notable diferencia entre el trazo de las figuras de esta serie y las del resto. No faltan, desde luego, espectaculares viñetas de tierras, parajes o batallas, como podemos encontrar en sus otras colecciones de esa época.
Como ejemplo, la parte de la entrada en las columnas de Utgard, entre la tempestad, es una jodida maravilla. Los dibujos son puro movimiento, te trasladan allí mismo en el barco entre las olas a punto de estrellarte contra las rocas como si de realidad virtual se tratara.
O ese número 128 donde casi cada viñeta es una delicia visual. Y podría seguir con decenas de ejemplos.
El trazo fino de las tintas de Vince Colleta creo que le van como un guante a Kirby en esta ocasión.
Los diálogos de Stan Lee no flaquean precisamente al lado de las ilustraciones. Grandilocuentes y altivos como corresponde a deidades y personajes de la realeza, pero nada pomposos. La personalidad de los personajes está perfectamente definida. Y no falta una gran pincelada de humor, casi siempre por parte del divertidísimo Volstagg.
Me imagino que gran parte de los personajes, criaturas y conceptos que nos vamos encontrando forman parte de la mitología nórdica. En muchos casos desconozco hasta qué punto son creaciones de Stan Lee, quizás también de Jack Kirby, o no. A lo que se suma otras influencias o referencias como pueden ser las epopeyas griegas o los cuentos de las Mil y Una Noches. Todo dentro del género de la aventura fantástica que define como ningún otro lo que tenemos entre manos.
Una de las lecturas más emocionantes de la Marvel de los sesenta.