Es imposible tener el mismo tiempo que se tiene cuando uno es niño/adolescente, que cuando es adulto y tiene responsabilidades, sean laborales, familiares, o ambas.
Igual que es imposible mantener el sentido de la maravilla cuando crecemos, pienso yo. De pequeños, todo nos sorprende, nos alucina, nos emociona. Pero luego, vamos madurando, ya no somos tan inocentes, y acumulamos un background importante, con lo que es muy difícil sorprendernos.
Supongo que es algo que nos ocurre a todos, pero yo intento mantener la mayor parte de esa magia. Por eso, me tomo mi tiempo para leer cada cómic, como cuando era pequeño, e intento sumergirme en él al máximo.
Así se acumulan las compras, claro...