He leído El hombre que j#%ió el tiempo.
Partiendo de la base de que me pirran los viajes temporales y le doy el visto bueno a casi todo, me ha parecido discretísimo y olvidable. La historia es un repaso a los tropos del género que se vale de puros excesos para convencer, pero sin llegar ni de lejos al nivel de, por ejemplo, Crononautas de Millar. Y ya está. No le veo más, sinceramente. El prota, para colmo, es lo más anodino e insustancial que os podáis echar a la cara, y acapara casi completamente el tebeo.
No lo recomiendo, sinceramente. Como curiosidad para los fanáticos de este tipo de historias y ya.