En la Marvel de los 70 hubo muchos casos de guionistas que no tenían editores. Todo comenzó con Stan Lee. Cuando pasó a ser Publisher, cuando escribía comics puntualmente, tenía sentido que Roy Thomas, que estaba por debajo de él, no fuera su editor.
Cuando Roy Thomas dejó de ser Editor Jefe para ser guionista a tiempo completo, quiso en su contrato el mismo privilegio de autoeditarse. Se entendía que tenía la veteranía suficiente.
El caso es que ese tratamiento se le aplicó a los siguientes editores que pasaban a guionistas. Marv Wolfman, Len Wein, Gerry Conway... Gente menos veterana y menos comprometida con la editorial. A finales de los 70, más de la mitad de los comics que publicaba Marvel tenían guionista-editor, lo que era insostenible. Cuando hicieron a Jim Shooter editor jefe lo primero que hizo fue acabar con ese caos e implantar una organización de editores particulares para cada título bajo la supervisión del editor jefe, y todos los autores tenían que tener un editor, incluidos Stan Lee o él mismo.