He leído Xerxes Nº 1-5.
Lo primero que llama la atención es el formato elegido, la grapa, algo poco habitual en Norma editorial, aunque a un precio un poco excesivo. Además, la calidad de estas grapas de cartón grueso me transmite la sensación de cierta debilidad, ya que se pueden estropear con cierta facilidad. Prefiero el formato grapa a tomo sacacuartos, pero debo reconocer que no es una de las mejores ediciones de esta editorial, que siempre tiene ciertos mínimos de calidad al respecto.
En cuanto a la historia, tenemos a un Frank Miller en horas bajas, no sé si por el estado de salud, por su avanzada edad, o por los motivos que sean. Este hombre está a años luz de sus mejores momentos y ofrece aquí una de sus obras más mediocres, sino directamente mal. La parte artística se le puede perdonar un poco, sobre todo sabiendo lo que exige físicamente a un dibujante de cómics, y ya en los últimos años se puede apreciar que artistas de la talla de Neal Adams no muestran la solidez de antaño. No obstante, Miller comienza más o menos bien, para ir degenerando en una serie de splash pages y en un diseño de personaje que dan vergüenza ajena. Se intenta tapar un poco jugando con luces y con sombras, pero da un poco de pena ver a uno de los grandes del medio en un estado tan decrépito, artísticamente hablando. Con todo, ha tenido sus momentos, aunque hayan sido muy breves y esporádicos.
Pero tal y como decía anteriormente, a nivel de trama es posiblemente el peor aspecto de esta miniserie, que a pesar de tener cierta referencia histórica tiene una narrativa desastrosa. Si bien es cierto que el argumento es sencillo y bastante plano, el enfrentamiento de los persas contra los atenienses, con la derrota del padre de Jerjes, su posterior intento de venganza, su muerte y el alzamiento de Alejandro Magno, Miller no consigue una estructura narrativa que permita seguir el hilo conductor histórico. Más bien parece una serie de secuencias a las que se le inserta un texto de apoyo en la mayoría de las ocasiones, intentando narrar batalla tras batalla, sin el más mínimo desarrollo de los personajes y con la profundidad de un charco. Después de dos números, me he sentido totalmente perdido, ya no sé quién es persa, quién griego, quién es el protagonista, ni quién es quién. En definitiva, un desastre argumental que no me ha transmitido absolutamente nada, casi como leer párrafos aislados de un libro de historia, con un argumento que carece totalmente de alma. Sé que Miller estaba, o está, necesitado de dinero y tal, pero par alumbrar este tipo de productos que ensombrecen su magnífica trayectoria quizá lo mejor sea retirarse para siempre. La miniserie de Batman, seguramente por la presencia de Azzarello, todavía tenía cierto fundamento, incluso estaba mejor dibujada, pero esto es un sinsentido y no hay por donde cogerlo. Espero realmente que haya sido muy exitoso, porque no me gustaría ver de nuevo a Miller involucrado en otro proyecto similar, aunque creo que seguramente pasaría olímpicamente de él, claro.
Mi impresión general es que esta miniserie no vale ni el dinero ni el tiempo empleado en ella. Aunque también debo reconocer que mi apuesta por ella fue más bien por aportar algo a la causa de un artista que nos dio tanto en le pasado. No obstante, es una verdadera lástima tener que presenciar como autores de su talla se ven abocados a intentar sacar algo de dinero explotando básicamente su nombre y que el resultado sea este esperpento que posiblemente se sitúe entre los peores cómics que he leído este año. Por mi parte, me despido del gran Frank Miller, al que prefiero recordar por su trabajo en otra época, mientras olvido que he leído esta miniserie, por mi salud mental. Como dice la canción: "Esto no pasó". Pues eso, que esta tarde he tenido un mal sueño, prácticamente una pesadilla. Mañana será otro día y hasta siempre, Miller.