Os dejo una pequeña reseña que acabo de escribir sobre
God Complex nº 1 A Top Cow se la recuerda como ese sello de Image donde había chicas ligeras de ropa y The Darkness. Lo que poca gente parece saber es que en los últimos años está recibiendo un reinicio del mismo, por asi decirlo, y está volviendo a sacar series interesantes entre las que tenemos una nueva encarnación de CyberForce o Aphrodita IV, precuela de Aprhodita X. En 2017 comenzó, por lo que he entendido, una colaboración entre este sello y la marca juguetera Glitch, creada por Bryan Hill y de la cual no había oido hablar hasta ahora. Con esto comenzaron a publicar tres series: Bonehead, Dissonance y de la que vengo a hablaros, God Complex.
Ambientado en un futuro distópico, God Complex es un thriller ciberpunk con una sociedad predominada por la Santa Trinidad, una iglesia que controla la gran mayoría de la información. Asímismo, todo está conectado por una gran red central a la que solo unos pocos tienen acceso, los legisladores, unos seres con máscaras robóticas que son una representación de dioses de diferentes panteones y que guardan por la seguridad del pueblo.
Seneca, nuestro protagonista, es un detective que se ve envuelto en un caso de corrupción y manipulación de la información que todo el mundo conoce, descubriendo así que todo lo que creía saber era mentira y al mismo tiempo que todos sus miedos son realidad.
God Complex está guionizado por Paul Jenkins, un autor de muy buen hacer y que te puede escribir en mil registros diferentes que aquí hace un gran trabajo de caracterización de los personajes y su mundo, haciendo que en apenas 24 páginas sepas como está establecida la sociedad pero dejandote dudas que se resolverán más adelante. Al dibujo se encuentra Hendry Prasetya, al que no conocía de otros trabajos pero que aquí cumple sobradamente con unos diseños de los legisladores (supongo que hechos previamente por Bryan Hill) que te deja boquiabierto y un trazo grueso que me recuerda al arte de Joelle Jones en algunos aspectos. Finalmente al color tenemos a Jessica Kholinne, que sabe jugar perfectamente con la paleta de colores y dota todo de una estética ciberpunk maravillosa, además de suplir carencias del dibujante como los escasos fondos.
Sin duda una obra muy interesante que por desgracia no tienen pensado publicar de momento en España hasta donde se, ya que la licencia de Top Cow era de Norma hace unos años y en el último Salón se desentendieron completamente de este subsello. Habrá que tirar de TPB o seguir leyendo en digital.
Queda recomendada, al menos este primer número.