He leído
One Piece Nº 88.
Retomo la lectura de la serie tras
anterior comentario.
Creo que es de las pocas veces que retraso la lectura de un tomo de esta serie de manera consciente. Mira que me sigue gustando en líneas generales, pero la verdad es que esta saga se me está atragantando un poco. Ya sea por esa coralidad exagerada, por esa división constante de focos de atención, o quizá incluso porque tengo la sensación que la historia no avanza demasiado en los 10 capítulos que nos encontramos aquí. Es una mezcla de sentimientos encontrados que ya comentaba en la anterior entrega, y que siguen asentándose en este volumen. Sinceramente, espero que sea algo temporal, porque Oda estaba realizando un trabajo estupendo a lo largo de la serie, aunque también es comprensible que después de tantísimo tiempo haya algunos altibajos, o que la colección pierda algo de fuerza. Sea como sea, tengo esperanzas de que esto cambie y pueda volver a disfrutar plenamente de One Piece.
Si bien es cierto que Oda tiene montado un buen follón, las diferentes tramas se van alineando un poco y por fin tenemos algo de simplicidad, aunque tampoco llega la nivel deseable. Tras el final prometedor del número anterior, tenemos una especie de
coitus interruptus, ya que la trama se centra ahora en Sanji, aliado con Pudding y su hermana Chiffon, los cuales se ponen manos ala obra para fabricar la mayor y mejor tarta nupcial jamás vista y probada. Eso sí, como todo lo que sucede últimamente en esta serie, tendrá que ser en un tiempo récord al más puro estilo MasterChef y con todo tipo de presiones y obstáculos. Cabe destacar que Sanji ya ha demostrado de sobra sus habilidades como cocinero, pero aquí da un nuevo giro a su rol en la faceta de repostero. Como iremos viendo, tanto su receta como la coordinación de sus colaboradores dará forma a una tarta que pretende tumbar a Big Mom de puro placer, algo que parece más que probable por los efectos que tiene en aquellos que prueban mínimamente lo que están cocinando. Además, la relación entre Sanji y Pudding sigue evolucionando, y da la sensación de que la hija de Big Mom se está enamorando de verdad del pirata. Y es que sigo pensando que esta pareja tiene mucho futuro en esta serie, si Oda quiere seguir trabajando en ello, porque hay mucha química entre ambos.
La trama de la tarta se centra no solo en su elaboración, sino también en su transporte hacia mar adentro, donde pretenden abordad a Big Mom, evitando así que destruya la isla Cacao de Chocolat Town. Como no podía ser de otra forma, van surgiendo inconvenientes como la aparición de Oven, uno de los hijos de Big Mom, que pretende detener a Chiffon por su traición. Esto nos deja una interesante escena con Sanji como protagonista, en la que vemos su velocidad y su fuerza. Una lástima que ya apenas veamos al cocinero en ninguna pelea, porque podría dar mucho juego. Para llevar la tarta a altar necesitarán la ayuda de Beg y su particular barco fortaleza. Además, tendremos otra escena emotiva en la que aparece el padre de Chiffon,
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Quizá no está al nivel de emotividad del sacrificio que pudimos ver en el anterior tomo, pero ha sido un buen momento.
El otro punto de atención recae en Luffy, atrapado en el mundo de los espejos para enfrentarse a Katakuri. Posíblemente estemos ante la pelea de mayor longitud en los últimos tiempos de la serie, algo que vengo reclamando desde hace tiempo. Empiezo a pensar que podría estar pasando como dice algún forero, y que los combates haya quedado relegados al anime, aunque yo hace mucho que deje de verlo en beneficio del manga. El enfrentamiento tiene un poco de todo, y parece que se prolongará en el próximo tomo, alternando momentos chulos con otros menos interesantes. Como cualquier shonen que se precie, la balanza se inclina a uno u otro lado dependiendo del momento. Luffy diría que lo pasa francamente mal, aunque sale a relucir un aspecto que no recuerdo que se mencionara antes como es el poder de la observación, algo vital si el sombrero de paja quiere vencer a un enemigo que tiene poderes muy similares a los suyos y que su técnica de escudo parece también superior. En un momento dado, el abuso de la Cuarta marcha obligará a Luffy a huir, al no poder usar la esencia vital en el combate, y sin ella no tiene nada que hacer ante Katakuri. Esto es algo que se contradice cuando al utilizar los poderes de Brûlée aparece frente a Big Mom, antes de volver a regresar frente a Katakuri. No sé si por largar un poco la pelea, o simplemente como recurso para que Luffy esté al corriente del bienestar de sus compañeros. Por último, destacar que no me ha convencido demasiado ese intento de mostrar la cara oculta de Katakuri a la hora de la merienda, aunque solo sea para que veamos su rostro al completo. Me ha parecido una de esas idas de olla de Oda que en otras ocasiones tiene su gracia, pero que aquí no me ha terminado de convencer.
Y para terminar este repaso, nos centramos en la parte de la banda menos fraccionada, que protagoniza el interminable corre que te pillo de esta saga, que comienza a cansar un poco, la verdad. Los integrantes del Thousand Sunny deberán huir de Big Mom sin parar, con esta pisándole los talones constantemente, hasta que la tarta esté preparada. Para ello cuentan con la inestimable ayuda de Jinbei, el cual se está ganando a pulso su debut en la tripulación, porque no solo pone a su servicio sus habilidades, sino que servirá para explicar algunos aspectos que van sucediendo y que son desconocidos para los demás. Con bastante rapidez se está convirtiendo en uno de mis personajes favoritos de la banda. Por su parte, el estado de ansiedad de Big Mom parece que le afecta físicamente, comenzando a adelgazar. Sinceramente, me da la sensación que se ha rebajado mucho el nivel de locura en el que la veíamos sumida al principio de la trama. No sé si Oda quiere transmitirnos que está exhausta, o simplemente que ese nivel de peligro que parecía suponer tenía una dificil solución. Sea como sea, al final conseguirá plantarse en el barco y tengo curiosidad por saber como van a solucionar esto, aunque lo puedo prever en cierta forma. Por cierto, también tenemos una pequeña escena con los Germa, pero yo no la he acabado de entender bien, ya que
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El asedio al Thousand Sunny estará protagonizado por la presentación de algunos personajes que se van añadiendo al ya de por sí nutrido elenco que tenemos en esta saga, y en cualquier otra de la serie, todo sea dicho. Esto provocará que le barco de nuestros protagonistas esté rodeado y descubramos un poder oculto delos mink que surge con la luz de la luna llena. Carrot se transforma en un sûlong, que vendría a ser algo parecido a la manifestación salvaje de su ser, y que de algún modo podríamos asociar a las leyendas del hombre lobo. No obstante, a pesar de su entrenamiento para ello,
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Yo lo veo como que Oda quiere contrarrestar de algún modo un gran poder con alguna debilidad. La fórmula Superman de toda la vida, vamos. No obstante, debo admitir que el concepto me parece bastante atractivo e interesante y que gráfica y visualmente me ha gustado. En apoyo de Carrot saldrá Brook, quizá el miembro de la tripulación más desaprovechado. Y es que entre tanto personaje, está claro que no hay espacio para todos y siempre sale perdiendo alguno. Esto ha sido One Piece, una historia de piratas, una carrera de obstáculos y un episodio de MasterChef, todo junto, hasta el próximo tomo...
Tema: Atravesando el Nuevo Mundo: Hilo de One Piece V (Leído 180430 veces)