Terminada la segunda temporada del Cuento de la criada.
Bufffffff... coraje de serie. Me bajo de puro coraje, no pienso ver una tercera.
Cuarta vez ya que
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Hasta la polla, me dan igual las razones. No soporto estas repeticiones en la ficción, ni los cambios de caracterización en los personajes que sufren picos
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Es como que los puteros o las madams comenzaran una revolución por las prostitutas. Si eres parte de los que explotan (participas en violaciones, secuestras niños, denuncias y matas gente), no tienes derecho moral a empezar una mierda, ¿qué me estás contando? Y el hecho de que la serie me quiera vender la sororidad entre explotadoras y explotadas solo porque tengan vaginas, como que no. Unas son víctimas, las otras son culpables, y se benefician de sus privilegios.
Por lo demás, me es fácil odiar a Fred y a Tía Lydia, cuyos actores lo hacen muy bien, aunque sus personajes sean imbéciles
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En esta serie te pintan un mundo muy, muy oprimido, peor que 1984, pero luego hay gente que hace lo que le sale de la polla sin consecuencias, algo que resulta totalmente inverosímil.
En estas malas caracterizaciones, la peor es Serena
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Me he cansado de su complicidad con June, de que June la compadezca y la perdone, con lo zorra que ha sido con ella. Y de un personaje así, me creo ciertos matices de humanidad, como los nazis del Hundimiento, pero no estas acciones que van contra personaje.
Esto sumado a la continua sensación de tira y afloja donde nada explota y todo sigue igual, ha acabado por desesperarme. No tiene sentido que se haga la revolución con la boca pequeña, que si me rebelo, que si insulto a un comandante, que si le pego, que si me escapo, que si robo o secuestro, y que la situación nunca estalle y siga en una calma sostenida y tirante. Llevo esperando toda la serie una puñalada, una rebelión real.
En fin, no ha cumplido mis expectativas, no por el material y la idea, que son buenos, sino por el desarrollo. Odio las incoherencias de la ficción en cuanto a caracterizaciones.