He leído
El Asombroso Spiderman Nº 149.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
A poco que se despista uno, se acumulan números de esta colección sin darse cuenta. Iniciamos el periodo de despedidas. En esta entrega le toca el turno a la serie
Peter Parker: The Spectacular Spider-Man, que tras recuperar la numeración original, poco después termina cancelándose. Cada vez tengo más claro que los americanos tienen un serio problema con las numeraciones de sus series... Aquí concluye la etapa de Chip Zdarsky, que a mí me ha parecido correcta sin más. No son malos tebeos, el guionista creo que conecta muy bien con la esencia del personaje, hilvanando el pasado y el presente con bastante acierto, pero a mí modo de ver le falta cierta chispa. Diría que es una etapa flojilla, pero que inmersos en un momento en el que el personaje tiene series de tan baja calidad, cualquier cosa por encima de lo habitual acaba destacando. Ha tenido conceptos interesantes, como esa vuelta de tuerca a la relación entre Jonah Jameson y Peter/Spiderman, pero a pesar de todo, Zdarsky no ha conseguido emocionarme especialmente, aunque esté avalado pro la crítica y el público.
Este número comienza con el anual de la serie, donde acompañado del dibujante Mike Allred, el guionista rescata a Barney Bushking, la competencia de Jameson en el mundo editorial y cuya rivalidad se convirtió en algo personal durante años. No obstante, el tema principal que subyace en este relato es la relación entre el antiguo directos del Bugle y Peter, sobre todo ahora que conoce su otra identidad. En ese papel de ayudante del héroe ahondaremos en la relación entre ambos, llegando incluso a su origen, cuando comenzó a trabajar para el Bugle. Admito que cuesta ver a Jameson como alguien benevolente y caritativo, dispuesto a ayudar a aquellos que lo necesitan, pero no deja de ser cierto que tras esa fachada de cascarrabias siempre se ha escondido un buen hombre. Aunque no me termina de convencer ese papel de ayudante del héroe que ejerce en esta etapa, puede encajar perfectamente por aquello de que con el paso del tiempo, ha ejercido de figura paterna con Peter en cierto modo. Por cierto, aplaudir el trabajo de investigación de Zdarsky, que rescata a los matarañas y construye una historia capaz de encajar en la continuidad, algo muy poco habitual en los tiempos que corren.
El anual se complementa con una historia que ejemplifica todo lo que es Spiderman, alguien perseguido por la culpa y las muertes de seres queridos que lo rodean. El dibujo es obra de Chris Bachalo, que no es un artista que me guste particularmente, pero que encaja muy bien en el tono de la historia, con tintes dramáticos. Bachalo continúa ne la saga de despedida de Zdarsky en la serie regular, y ahí ya reconozco que se me atraganta mucho más. Además, el principal protagonista es el Hombre de Arena, por lo que ese estilo suyo tan particular convierte muchas viñetas en algo particularmente indescifrable en ocasiones. Aunque ha pulido mucho su estilo en los últimos años, convirtiéndolo en algo mucho mas digerible, no siempre soy capaz de soportarlo, la verdad.
El último arco argumental de Zdarsky no me termina de convencer, la verdad. La elección del villano está bien, incluso el enfoque y lo que parece ser un punto de inflexión para Flint Marko. Sin embargo, el desarrollo y lo que pretende contar me ha dejado bastante frío. No digo que no pueda tener sentido, pero a mí me parece una ida de olla poco sólida argumentalmente hablando. Además, considerando que se debería transmitir cierto tono dramático ante la situación del personaje, no consigue ese efecto. Y no todo es culpa del dibujante. Quizá lo más interesante y lo mejor tratado sea la forma de actuar de Spiderman, así como la reacción de Jameson ante la idea de ayudar a un villano. Es un modo muy interesante de ver que la justicia no es solo blanco y negro, si no que hay muchos matices y grises en medio. Por lo demás, para ser la despedida de una cabecera tan insigne, me ha parecido algo flojo este arco argumental.
Me ha gustado mucho más el episodio final, en el que a través del hombre de la calle tenemos un retrato de qué o quién es Spiderman, el cual más allá de la figura superheroica es también un hombre de la calle, y por encima de todo es una persona que comprende e intenta ayudar a los demás, llevando al límite la famosa frase de un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Destacar que Zdarsky es el autor completo, encargándose no solo del guion sino también del dibujo, realizando un trabajo bastante bueno y competente. Creo que es la mejor historia de este número y sirve como broche final perfecto.