He leído
El Asombroso Spiderman Nº 144.
Una voluminosa entrega que sirve para despedir a Slott de la cabecera de nuestro amistoso vecino Spiderman. Sinceramente, como seguidor asiduo de la serie no sé si alegrarme, sentirme apenado o ambas cosas a la vez, Después de una década, el guionista ha dejado su huella en el personaje, creo que eso es innegable. Ha tenido etapas muy buenas con las que he disfrutado mucho, pero también ha tenido un rumbo errático en ocasiones, por lo que ha sido tan disfrutable a veces como insufrible otras. Entra dentro de lo esperado en una etapa tan larga, que difícilmente podía tener la estabilidad deseada. Sea como sea, se va Slott y se despide de la forma habitual en cualquier trabajo del autor con su particular sello característico.
Slott se marcha con el arco argumental titulado "Hasta el último aliento", que no deja de ser en esencia el enésimo enfrentamiento entre el Duende Verde y Spiderman. O lo que es lo mismo, el intento de dar una nueva vuelta de tuerca a estos dos antagonistas. Para ello, Slott une al simbionte matanza con Osborn para crear una nueva y terrible amenaza. Si hay algo que siempre me ha gustado de Slott es su capacidad para infundir cierto tono clásico a sus historias. De hecho, creo que es algo que hace muy bien, dejando multitud de guiños al lector veterano. En un momento en el que parece que los guionistas buscan conectar con la nueva generación de lectores, Slott nos recuerda otras épocas. Cabe destacar su capacidad para construir una historia en torno a dos elementos esenciales en el personaje: proteger a sus seres queridos y la importancia de su identidad secreta. En el primer punto sirve para traer de nuevo a Mary Jane, un personaje que se ha separado del entorno de Peter, pero que cada vez que se reencuentran saltan chispas. No obstante, parece que en Marvel estén empeñados en demostrar que ni siquiera el amor es suficiente para romper las barreras que lo separan. Por otra parte, la doble identidad de Peter es ahora casi del dominio público y vemos como Slott trabaja en ese concepto desfasado para demostrar que es uno de esos conceptos que se puede mejorar en el género de superhéroes. Bebiendo prácticamente de la mítica historia que supuso el debut de Romita en la serie del Trepamuros, el guionista va conformando una trama en la que se verán involucrados los principales secundarios de la serie desde sus mismo inicios. MJ, la tía May, Robbie, Betty Brant, Harry Osborn, Flash y, como no, J. Jonah Jameson, cuyo papel en los últimos tiempos no deja de sorprender un poco. Aunque reconozco que recordando el número aquel de la etapa de Ditko, es algo más o menos coherente. Jonah realmente lo que ha sentido siempre era celos del héroe, pero ahora se siente orgulloso de que sea a quien considera como un hijo. Además, Slott se esfuerza en contar una historia en la que estén presentes prácticamente todos los personajes que han sido importantes tanto en su etapa como en la larga trayectoria del personaje. Veneno se presenta, quizá también para dar un poco de publicidad a su nueva serie, así como el Doctor Octopus, que siempre ha tenido esa conexión especial con la tía May.
Me ha parecido una saga entretenida. Quizá un poco más larga de lo necesario. esto es un poco como lo que sucede hoy en el cine, que parece que nadie sea capaz de contar algo en menos de 2 horas, en lugar de los noventa minutos que era lo más habitual antes. Pero, bueno, salvando un poco las distancias, creo que Slott pone toda la carne en el asador para esta despedida y tiene como resultado algo bastante digno. No me termina de convencer que no realice un broche final más o menos cerrado, dejando algunos aspectos para que los guionistas futuros puedan hacer algo,
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Pero en líneas generales en un buen punto y final de una larga trayectoria con Spiderman. Me llama la atención los comentarios del Spot On, en los que el guionista habla de metas personales, en lugar de ideas que desarrollar. Parece que estaba más centrado en ser el guionista que más cómics ha escrito de Spiderman que n tener algo interesante que contar. A mí esto me choca mucho y me hace pensar que sea una explicación para el bajón que ha experimentado la etapa en los últimos tiempos. Yo creo que un autor debería dar una mayor importancia a sus guiones, en lugar de pretender batir récords, algo que a mí personalmente me importan poco.
Curiosamente, en esta saga ocurren dos hechos importantes, pero son eclipsados por la marcha de Slott. Uno es
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Lo otro es
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Creo que con esto se pone de manifiesto como el mundo ha cambiado, dándole más importancia a lo que sucede fuera de los tebeos y lo que sucede en las viñetas es como algo más secundario. Incluso el Spot On va en esa línea, quedándose sin espacio para hablar del tebeo en sí. En otros tiempos habría tenido mucha más relevancia, se habría dedicado un artículo en exclusiva y todo lo demás. Ahora, parece solo un hecho más, con tintes dramáticos, pero sin mucha repercusión. Que cosas, ¿verdad?
Por último, destacar que la despedida ha estado dibujada en su mayoría por Stuart Immonen, un gran artista que no sé por qué no lo veo brillar del todo en esta serie. No sé si es porque no encaja con el tono de la trama o algo. No obstante, sigue siendo de lo mejorcito que ha pasado por esta cabecera y ojalá hubiese estado más tiempo. Aunque la despedida será obra de Marcos Martín, perfecto para el ejercicio de emotividad y el tono clásico de la despedida de Slott, también tendremos en el acto final el regreso puntual de Humberto ramos y sus clones mexicanos para hacernos recordar cuales han sido los puntos débiles de la etapa de Slott. En definitiva, el final de una era, lo que supone el inicio de otra, aunque antes tendremos ciertos prolegómenos en la edición española. ¡Hasta pronto, Slott, que te vaya bien!