Yo cada vez tengo más claro que no hay mejor cómics para niños (o al menos, para los míos) que los cómics de los sesenta de Marvel. Por ejemplo, en un número de The Amazing Spider-Man de esa época, Hulk se las ve con Spiderman y los Forzadores en una cueva. La peque se tapaba la cabeza con la manta cuando veía que el buen Peter Parker no podía vencer a Hulk, hiciera lo que hiciera. Ver que para ellos es lo más emocionante del mundo me hace ver los clásicos con otros ojos, y disfrutarlo a través de ellos. Lo que para nosotros es un tebeo gracioso (aunque respetado) por la ingenuidad que desprende, para los más peques puede ser una aventura emocionante. Ellos no saben aún que una editorial como Marvel no puede matar a Spiderman así como así, y no han leído (aún) la misma historia mil veces desde diferentes ángulos que, en el fondo, reinventan la rueda.
Y aunque no sean nada clásicos, «My Little Pony: Friendship is Magic» que edita IDW actualmente (en España Planeta Junior), es tremendamente divertido y no solo para niñas, frente a lo que pudiera parecer a simple vista.