Leí
Hawkworld por recomendación de Steven, mientras terminábamos de perfilar la Biblioteca DC, pero he ido postergando la reseña que querría haber hecho por falta de tiempo. Me limitaré a dejar al menos un breve comentario (
incluye spoilers).
Se trata de una serie limitada de 3 números creada por Timothy Truman y Quique Alcatena, y publicada en 1989. Nos cuenta el origen de Hawkman y, tangencialmente, también de Hawkgirl. El protagonista es Katar Hol, un oficial de policía del planeta Thanagar, que en su política expansiva se ha dedicado a conquistar y expoliar otros mundos, sin ningún miramiento por las razas que en ellos habitaban, a los que a menudo han usado como mano de obra barata o directamente como esclavos. Katar, hijo de un prestigioso científico llamado Paran Katar, comienza a observar las profundas desigualdades que hay en su mundo, en el que la élite vive lujosamente en las denominadas Altas Torres mientras el resto del pueblo enferma y se muere de hambre en el Bajomundo. Asimismo, la sombra de la corrupción planea sobre el cuerpo policial, siendo el Comandante Byth el principal implicado (y, a la postre, el gran villano de este cómic). Katar será víctima de una trampa tendida por su superior que lo llevará, primero, a matar a su admirado padre accidentalmente (quien colaboraba con la resistencia de los niveles inferiores) y, después, al exilio forzoso durante diez años a una isla perdida de la civilización. Ahí tendrá tiempo de planear su venganza.
Lo mejor, para mí, es la excelente ambientación del planeta Thanagar, cuya estética oscura, ruinosa y decadente nos recuerda a la de películas como
Blade Runner. Uno se sumerge de lleno en la asfixiante y mugrienta atmósfera a medida que pasa las páginas, como si estuviera patrullando las calles en persona; no en vano, este cómic es un referente de lo que se llamó "grim and gritty", subgénero que rezuma realismo descarnado, violencia y ambientes urbanos tóxicos, a la vez que trata temas como la desigualdad social, la drogodependencia y la corrupción (de todo ello hay en abundancia en
Hawkworld). Por otra parte, Truman teje una historia de origen bien planificada, en la que escenas aparentemente triviales de la introducción o el nudo resuenan fuertemente en el desenlace (sirva como ejemplo la revelación de Hawkgirl de que ella era la niña pelirroja que aparecía en la primera misión de Katar, en la que mataron a Crespa, su benefactor; o que cuando consiguió escapar de esa mala vida fue finalmente adoptada por un hombre sin piernas que le puso el nombre de su hija muerta en un accidente: Shayera Thal). La historia, eso sí, termina de forma algo abrupta, con la huida de Byth (ya convertido en un monstruoso mutante que puede alterar su cuerpo a su voluntad) a un "pequeño planeta verde" (La Tierra, se entiende), hasta el que Hawkman y Hawkwoman lo perseguirán más adelante (imagino que esta historia continuará en la serie regular que se publicó en los 90, escrita por Ostrander).
Hawkworld combina hábilmente los códigos de la ciencia ficción con los de la novela negra, de modo que todo tipo de razas alienígenas, escenarios futuristas y artefactos de tecnología avanzada se integran una intriga detectivesca en la que nada es lo que parece y cualquier paso en falso puede llevar a la muerte de personajes principales (es el caso de la primera Shayera Tal —personaje bastante detestable, por otra parte—, de Kragger —el compañero de Katar en la brigada de Hombres Alados— y del ya citado Paran Katar —en una estupenda secuencia de persecución por las cloacas del Bajomundo que culmina con la revelación de la identidad del fallecido—). Funciona también como crítica a las desigualdades de nuestro mundo, que fácilmente puede encontrar ecos en la sociedad clasista e injusta de Thanagar.
Un estupendo tebeo, en definitiva, que reescribe las bases de Hawkman y sirve perfectamente para quien (como yo) encuentre aquí su primera toma de contacto con el personaje.
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