He leído
Ken Parker Nº 5.
Retomo la lectura de la serie tras mi
anterior comentario.
Con esta nueva entrega tenemos dos nuevos capítulos de la vida de nuestro protagonista Ken Parker, en los que la serie alcanza nuevas cotas de calidad. Hay que destacar un aspecto muy importante y es que lo desde un principio ha sido un
western con una sabor clásico, en este volumen la colección da un giro importante hacia el género de aventuras. Prácticamente todos los elementos que nos han hecho disfrutar hasta el momentos están ahí, ya sean los ingeniosos diálogos, la personalidad afable del protagonista y la humanidad que rezuman las historias del título. No falta nada, pero el escenario da un cambio radical para mostrarnos como el hombre tiene que sobrevivir en un entorno hostil y, en definitiva, en una vida que no es la suya. Supongo que más adelante volveremos al
western tipo, pero de momento tenemos un gran tebeo de aventuras que se disfruta como pocos.
Comenzamos con
"Caza en el mar", una historia en la que podemos observar el prólogo a un punto de inflexión importante en la serie. Ken se desprende temporalmente de su rifle para que un armero se lo modernice, pero debe buscar dinero para pagar los arreglos de su arma, además se despide de su viejo amigo Dash, que debido a su edad prefiere dejar de lado la vida aventurera y establecerse con su familia tranquilamente. A partir de aquí, la vida de Parker sufre un cambio brusco, siendo enrolado a la fuerza en el ballenero
New England, donde deberá permanecer hasta que el buque regrese a tierra firme con su bodega llena de aceite de ballena. Giancarlo Berardi ya ha demostrado ser un magnífico guionista en el
western, bebiendo de la fuente de los grandes maestros y ahora hace lo propio con el género de aventuras clásico en un más que evidente homenaje a obras como "Un capitán de quince años" de Julio Verne, o la famosa novela de Herman Melville "Moby Dick", a la cual se referencia, así como a su misma génesis. Por otro lado, tenemos un perfecto retrato de la dura vida del marinero y el cazador de ballenas, en un interesante contraste con la agreste vida de un montañero como Parker, que deberá cambiar su solitario estilo de subsistencia por otro igual de duro, pero en compañía. Además, veremos como se va gestando una trama que gira en torno a la mujer del capitán, que vivirá una situación traumática a lo largo de la aventura, dejándola totalmente desquiciada. Además, resulta interesante como el guionista postula sobre la igualdad de clases en un mundo en el que la civilización va degradando cada vez más a los pobres, para que los ricos vivan aún mejor, en una lucha de clases que pierde todo el sentido cuando la naturaleza pone las cosas en su sitio y solo queda unir fuerzas para sobrevivir otro día. Ken Parker no solo es un héroe, sino también un defensor de la clase obrera. Cada vez me cae mejor este tipo.
La caza de la ballena y el cachalote es muy dura, por lo que no es de extrañar que
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"Las tierra blancas" es una continuación directa de la anterior historia, en lo que podríamos considerar como el segundo capítulo de este ciclo argumental. La trama se desarrolla en Alaska, en su lado más septentrional y es una historia de supervivencia. Tras los hechos ocurridos al final de la última aventura, el grupo de protagonistas deberá luchar contra las inclemencias del tiempo y conseguir una vía de escape que les devuelva ala civilización. De ese modo, veremos como se fortalece la amistad de Nanuk y Parker, mientras la desesperación crea importantes fisuras con el capitán del barco. Esto servirá de vehículo para mostrar desde otra perspectiva que los hombres civilizados quizá no sean tan sabios como los salvajes, sustituyendo al esquimal por el indio en esta ocasión, los cuales mantiene cierta comunión con la naturaleza y son capaces de sobrevivir en las condiciones más extremas. Si durante la estancia en el ballenero prácticamente asistimos a una documentada exposición de lo que supone ser un marinero de esa profesión, aquí viviremos una aventura que parece sacada de una novela de Jack London, donde el hambre vuelve a los hombres desesperados, convirtiéndose en su peor enemigo. La construcción de un iglú, la pesca bajo el hielo o la caza de un gigantesco oso polar serán algunas de las vivencias de este grupo que busca el más mínimo resquicio para seguir viviendo otro día, con la esperanza de que este particular infierno helado llegue a su fin. Una historia dura, humana y dramática que nos devuelve al género de aventuras más clásico y que pone de manifiesto una vez más que Berardi no solo es un gran guionista, sino que además es un todoterreno, sin encasillarse en nada en concreto, capaz de contar grandes historias en los desiertos de México y en las nevadas llanuras de Alaska.
Finalmente, comentar que Ivo Milazzo continúa en su evolución positiva, pero sigue siendo en mi opinión el punto flaco de la serie. Para mi gusto le falta algo de definición, aunque debo reconocer que su estilo encaja muy bien en el tono de la historia. sin embargo, en la segunda historia del tomo tenemos a Bruno Marraffa, un dibujante que supone una auténtica revolución gráfica para la serie, cuyo trazo es mucho más de mis gusto y al que el blanco y negro le sienta fenomenal. Al contrario que Milazzo, Marraffa es un artista que trabaja mucho los sombreados y que una de sus virtudes es el detalle con el que colma sus viñetas. Un trazo bien definido, mucho más acorde con lo que se suele ver en el cómic europeo y que sirve para dar un toque de distinción a esta aventura nevada . No sé si se quedará mucho tiempo, pero creo que su trabajo es muy superior a Milazzo y me gustaría verle lo máximo posible en esta colección, que se sigue revelando como una de las grandes obras europeas, y que gracias a ECC y su iniciativa económica estamos descubriendo algunos aficionados. Con ganas de leer el próximo tomo y ver como continúa esta historia de supervivencia.