Veo que he llegado tarde para comentar a Angel
Pero también veo que no ha dejado de coletear, y que a la siguiente no la conocen ni sus vecinos, así que...
Angel es uno de mis mutantes menos favoritos (al menos de los que puedo nombrar de memoria, las tropecientas nuevas clases de la última década son otro tema) pero no le puedo negar cierta simpatía.
Quiero decir, hay quien consigue poderes guais, hay quien tiene poderes destructivos... y luego hay quien le toca ser una paloma humana. Este muchacho tuvo la desgracia de quedarse en ese limbo nada deseable de no poder llevar una vida normal, y a la vez ser un completo inútil contra enemigos fuertes.
Se podría argumentar que podría haberse entrenado para ser mejor luchador, como lo son otros personajes aún menos poderosos que él... pero también hay que tener en cuenta la circunstancia de que nació como un niño rico, que no tenía pensado ser un heroe hasta que se dió cuenta de que ser un mutante significaba estar en peligro de muerte.
Vamos, que no podía estar menos destinado a ser un superheroe el colega, y cuando se subió al carro superheróico fue tarde y en las peores condiciones.
Y aún con todo ahi lo tuvimos, al pié del cañón, poniendo su vida en peligro, aportando lo que buenamente pudo con sus alas que le hacían una diana humana cojonuda, y su nulo poder de ataque.
Era obvio que este personaje sólo podía estar destinado a retirarse, renovarse o palmar.
Y ya que retirarse no es una opción en el universo Marvel, donde un día te intentan matar los enemigos de los mutantes, otros un mutante poderoso, y otros un robot asesino, pues se acabó renovando en un psicópata perturbado noventero con alas de cuchillas.
De esto se podria decir que como quien dice le convirtieron en un personaje diferente. Pero lo cierto es que tras recuperar la consciencia y debatirse entre ese niño rico indefenso, o el psicópata angel exterminador, se convirtió para mi gusto en un personaje bastante interesante.
Y es uno de los motivos por los que me gusta el universo mutante, que no todos son dioses ni heroes perfectos, hay de todo. Y hasta los del fondo del barril tienen su gracia