Bueno
Groot, a ver si te convenzo
Querubo, tú no la leas ni por encima
En la web:
Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas, de John Ostrander y Javier Pina
Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas, de John Ostrander y Javier Pina
“-La venganza es una zorra.
+Así es. ¡Y yo soy esa zorra!”
Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas es una serie limitada de 8 números (
Suicide Squad Vol 3 #1-8), publicada por
DC Comics entre noviembre de 2007 y junio de 2008 y que suponía el retorno del legendario guionista
John Ostrander a la cabecera que le encumbró, acompañado por el español
Javier Pina al dibujo. A este volumen también se le conoce como
Suicide Squad: Raise the Flag.
ATENCIÓN. LEER ESTO ANTES DE SEGUIR: POSIBLES SPOILERS. La obra de la que se va a hablar; Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas, parte de un hecho de gran importancia que ocurrió en la serie original, concretamente en el Suicide Squad #26 (abril de 1989) (recopilado en el Escuadrón Suicida de John Ostrander #4: La Directriz Jano de ECC). El acontecimiento en sí es revelado ya en la sinopsis de esta historia, pero si alguien no ha leído esos números y lleva intención de hacerlo, le recomiendo que deje esta reseña, a menos que vaya a leer este tomo antes.John Ostrander creó un concepto original y potente con el
Escuadrón Suicida; un grupo de villanos y parias sin nada que perder y una posible reducción de condena por ganar, que eran empleados en misiones de extrema peligrosidad y dudosa moralidad por el gobierno, y en especial por la inimitable
Amanda Waller, conocida por sus métodos y carácter como el Muro. Un equipo roto por dentro, movido por motivaciones individuales, rabia y mucha mala baba. Si eras uno de los elegidos para entrar a la acción, el despliegue estaba asegurado, pero tu vida era otro cantar, y si se te ocurría intentar desertar, un dispositivo te volaría el brazo (o la base del cráneo en encarnaciones posteriores).
Lo que era más interesante todavía era que no sólo había criminales y convictos dentro del
Escuadrón; también había personajes que se unían a éste por motivos más profundos y personales, aunque siempre buscando algo a cambio, como por ejemplo
Nightshade o
Vixen. Pero había alguien que lo hacía por el mero deber, una cuestión de servir a su país hasta las últimas consecuencias y ser fiel a un legado familiar de héroes que le precedían. Me refiero, por supuesto al coronel
Rick Flag Jr. (más conocido como
Rick Flag o
Flag a secas), un hombre con un pasado que le atormentaba pero que suponía uno de los componentes más íntegros del equipo, y quizá por eso era él quien los lideraba en el terreno.
Y fue precisamente
Rick Flag quien llevó la concepción del
Escuadrón Suicida hasta la perfección.
Ostrander ya nos había demostrado que cualquiera que perteneciera al grupo era una posible víctima mortal y un nuevo suicida que añadir a la lista, pero lo que no se podía ver venir era que su líder; el férreo
Rick Flag fuera a figurar como baja, además en una acción totalmente suicida.
¿Cómo?
Gracias a la excelente construcción de personajes que
John Ostrander siempre lleva a cabo. Empleando el enfoque psicológico, y dejándonos entender a los personajes a través de sus motivaciones, pasado, miedo e inquietudes, pudimos empezar a ver el principio del fin de
Rick Flag. Un soldado resabiado, que veía la corrupción de un sistema al que se había comprometido a servir, que había cometido errores y que necesitaba alcanzar la redención, volver a ser fiel a sus ideales, y que no dudó en infiltrarse en el cuartel general del peligrosísimo grupo metahumano terrorista de la
Jihad y aciago enemigo del
Escuadrón Suicida, para erradicarlos de una vez por todas, quitándose la vida en el proceso, al activar una bomba nuclear que tenían en su fortaleza (como se vio en
Suicide Squad #26, 1989).
Pero por todos es sabido que en el mundo del cómic nadie dura mucho tiempo muerto, y que sin cadáver, puedes esperar una vuelta próxima. Y eso fue lo que pasó con
Rick Flag en el
Jaque Mate/ Checkmate de Greg Rucka, específicamente en el
Checkmate #6, donde descubríamos que
Rick Flag estaba preso en una cárcel de
Qurac de donde le rescataba su fiel compañero
Tigre de Bronce.
Amanda Waller no tardaría mucho en volver a reunir una nueva formación del
Escuadrón Suicida, pero esta vez de una forma más encubierta todavía que la versión original. Personalmente fue toda una alegría,
Rick Flag es de mis miembros preferidos del
Escuadrón, aunque las preguntas seguían ahí; ¿Cómo había sobrevivido a la explosión? ¿Qué le había pasado durante estos años? ¿Por qué
Waller había esperado tanto para avisar a
Tigre de Bronce de la situación de
Flag?
De responder todo esto se encarga
John Ostrander, pero no directamente, sino de una manera inteligente, y pasando por todos los sitios que necesita para poder llegar a ello, y después jugar de nuevo con el
Escuadrón como sólo él sabe.
La historia comienza seis meses después de la supuesta muerte de
Flag, cuando el general
Wade Eiling (director del proyecto
Átomo y que recordaremos del
crossover La Directriz Jano) decide pasarle una información a
Waller, sobre la supuesta supervivencia de
Rick Flag. Una nueva misión para el
Escuadrón Suicida original, ya que estos acontecimientos estarían situados durante esa etapa, y lo primero que nos damos cuenta es, que pese a que han pasado muchos años para la publicación de esta nueva miniserie, el
Escuadrón de
John Ostrander sigue siendo el mismo y se siente igual, y los enemigos que le esperán a
Tigre de Bronce,
Nightshade,
Capitán Bumerán y
Deadshot, son viejos conocidos;
Zastrow,
Stalnoivolk y compañía.
Pero como ya se vio en
Jaque Mate de Greg Rucka, esas no eran las circunstancias del rescate de
Flag, y esta jugarreta de
Eiling no será olvidada por parte de
Waller. Poco a poco, y pese a que al principio la historia parece no concordar con lo que nos contó
Rucka,
John Ostrander va situando todas las piezas en el tablero, para inteligentemente incorporar lo que ya se sabía a su historia, y a la vez, reconstruir el pasado de
Rick Flag y cómo logró sobrevivir de una manera verosímil y además, utilizando la retrocontinuidad de una manera quirúrgica y perfectamente respetuosa, nos da una visión totalmente nueva del coronel
Flag y sus motivaciones.
Y no, la cosa no queda ahí, a
Ostrander le da tiempo a hacer muchas cosas, y lo esencial era la creación de un nuevo
Escuadrón, que surgiera, precisamente, de las cenizas de lo anterior. Y si hay
Escuadrón, hay misión y mucho riesgo, en este caso, una corporación (cuyo nombre guarda similitudes con una empresa real americana) que ha desarrollado un virus letal con una alta facilidad de propagación y quieren venderlo al mejor postor. Eso es algo que
Waller no va a permitir, pero algunos integrantes del nuevo
Escuadrón tienen sus propios planes y complicarán las cosas…
Qué bien sienta volver a casa. Las sensaciones que produce esta miniserie son exactamente las mismas que producía la serie original; el peligro, la tensión, la inteligencia de la trama, los personajes tan bien plasmados, la irrepetible idiosincracia del
Escuadrón, las inevitables y cuantiosas bajas que en él se producen… Parece que el tiempo no ha pasado, y
Ostrander sigue siendo el mismo gran guionista que era, y esta
coda a su etapa no es un relanzamiento más sin valor a cargo de un autor legendario, esto es una joyita.
En definitiva, una aventura sensacional del
Escuadrón Suicida. Una necesaria puesta en orden a la continuidad y pasado del personaje de
Rick Flag de una forma inteligente y respetuosa. Un cómic ágil, extremadamente divertido y con consistencia. Puede ser tanto el modo perfecto para probar si el
Escuadrón Suicida de
Ostrander es para ti, como un regalo a los que amamos dicha etapa y queremos más. Y por supuesto, también es una historia totalmente recomendable.
Apartado GráficoEn la práctica totalidad de la obra, tenemos el dibujo de
Javier Pina, y es una lástima que se tenga que ausentar en escasas páginas de los números
Suicide Squad #7 y
#8 para que le sustituyan
Jesús Saiz en dos y el entintador,
Robin Riggs en el resto, porque el dibujo de
Pina le va ideal a la historia y por un puñado de páginas, no le tenemos en todas.
Como he dicho, el trabajo de
Javier Pina es genial para una serie tan cargada de acción como esta, ya que tiene un estilo muy de cómic superheroico y sus golpes, acción y movimientos están cargados de vida y fuerza. Pero no sólo en el dinamismo hace una gran labor, también en los silencios, las esperas y las tensas conversaciones sabe darle el peso a cada mirada y a cada gesto. Su narración gráfica es clara y precisa y sus personajes son totalmente diferenciables, así que sólo tengo buenas palabras para él.
Respecto a
Jesús Saiz, sólo dibuja 2 páginas, y lo hace tan bien como ya lo hizo en
Jaque Mate pero no da tiempo a admirarlo. Por el contrario, el entintador,
Robin Riggs, tiene algunas páginas más, pero con que sólo hubiera tenido una habría sido demasiado. Y no me gusta nada criticar el trabajo de dibujo, pero se nota que
Riggs o bien no estaba preparado, o no tuvo demasiado tiempo, porque el resultado final deja mucho que desear.
Jason Wright es el colorista y realiza un trabajo soberbio.
Las portadas corren a cargo de otro viejo conocido de la etapa original del
Escuadrón;
John K. Snyder III, que fue dibujante en algunos números en los que no siempre se pudo decir que estuviera demasiado acertado, pero en estas portadas realiza un trabajo correcto, con un estilo anguloso aunque demasiado noventero para mi gusto. Pero si bien la mayoría de portadas no son nada del otro mundo, la del número
#8 personalmente me gusta mucho.
EdicionesEn Estados Unidos, aparte de las grapas originales, la serie fue recopilada en un tomo
TPB titulado
Suicide Squad: From the Ashes.
En España, la serie permanecía inédita, pero por suerte,
ECC Ediciones, con motivo del estreno de la película del
Escuadrón Suicida en el cine, se animó a publicar el mismo mes que se estrenó la cinta (agosto de 2016), un tomo recopilatorio con la serie al completo. El volumen, titulado
Escuadrón Suicida: Desde las Cenizas, tiene un precio de 19.95€, en formato cartoné e incluye como extras un artículo al principio y otro al final a cargo de Jorge García. El tomo, como acostumbra la editorial, es bonito, manejable y muy resistente, por lo que es una opción perfecta para leer esta fantástica obra a un precio bastante asequible.